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Otro tema de inquietud de la Iglesia Católica es la Asignación Universal por Hijo a los alumnos de sus escuelas. El decreto de creación estableció que sólo se pagaría a quienes estudiaran en escuelas estatales. El fuerte lobby eclesiástico indujo a la presidente a suspender ese artículo durante el año escolar 2010 y encomendó a la ANSES una investigación detallada, de modo que no hubiera ni discriminación ni privilegios. Las mayores presiones episcopales se ejercen sobre el gobierno en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. Según el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), si la prórroga no se confirma resultarían perjudicados 300 mil chicos. Los cálculos oficiales difieren de los del sacerdote Alberto Bustamante, que se encarga de las escuelas confesionales católicas. Del total de 3,5 millones de chicos que al finalizar 2010 percibían la AUH, sólo 170 mil concurren a 8.500 escuelas privadas, laicas o confesionales, católicas o de otras denominaciones. Como parte de una radiografía del financiamiento educativo, la ANSES detectó que el 95 por ciento de esos 170.000 chicos asisten a colegios privados que reciben subvención del Estado.

Dentro de ellas hay cuatro categorías:

1 Casi 49.000 chicos (o el 29 por ciento del total) asisten a escuelas gratuitas o que los becan. En general coinciden con zonas muy pobres, en las que no hay alternativas públicas.

2 Otros 47.000 pibes (28 por ciento) pagan hasta 100 pesos mensuales de cuota.

3 Hay 38.000 chicos (22 por ciento del total) que estudian en colegios en los que la cuota va de 100 a 180 pesos mensuales.

4 La cuota en las escuelas de los restantes 36.000 pibes (21 por ciento del total) superan los 180 pesos.

Una vez completado ese relevamiento teórico, comenzaron las verificaciones concretas, con visitas a los colegios de las distintas categorías, que incluyeron fotografías de las instalaciones, desde la modesta Escuela de Enseñanza Técnica Nazaret, de Rosario, a la que asisten cinco pibes que perciben la AUH, hasta el imponente colegio María Auxiliadora de Carmen de Patagones, donde estudian 23 beneficiarios del programa. La recomendación de la ANSES al Poder Ejecutivo es que sigan percibiendo la asignación los estudiantes de colegios privados gratuitos o con cuotas de hasta 180 pesos mensuales, que reciben subvenciones estatales del 100 por ciento, y que se suspenda su pago a quienes asisten a establecimientos subvencionados que cobran más de 180 pesos mensuales. El procedimiento sugerido sería que los colegios subvencionados dejen de cobrarles la cuota a los chicos que reciben la Asignación. En los próximos días la presidente tomará la decisión definitiva, con el propósito de no crear conflictos innecesarios ni consagrar privilegios irritantes.