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Y hubo tanto frío que, al final, llegó el final. Mauricio Macri y Francisco de Narváez se dijeron adiós a través de los medios, aunque en el PRO aseguran que siguen negociando por lo bajo. La relación entre ambos dirigentes ya venía dañada desde 2009 y quedó herida de muerte luego del encuentro que tuvieron hace dos semanas, en el que se intercambiaron frases poco amigables. “El decidió quedarse en la Capital y me parece correcto”, se lo sacó de encima el Colorado. “Habíamos diseñado en Unión-PRO que él como candidato a gobernador bonaerense me apoyaba a mí como candidato a presidente, pero él decidió construir un proyecto propio”, lo culpó el líder de PRO.

Las negociaciones entre los referentes de Unión Celeste y Blanco y los del PRO vienen fracasando desde el encuentro en la casa de Franco Macri, en el que De Narváez y Macri consiguieron empeorar una relación que ya venía bastante maltrecha. En ese encuentro, el jefe de Gobierno porteño le pidió un cincuenta por ciento de los lugares en las listas bonaerenses y negociar en conjunto con los radicales. Pero cuando De Narváez exigió el mismo porcentaje en la boleta porteña, Macri se negó. “¿Desde qué lugar te querés sentar con los radicales? ¿Desde la ciudad? Está bien, ¡andá a hablar con los radicales porteños!”, lo invitó De Narváez con mucho amor.

Tras ese encuentro, las tratativas entre Gustavo Ferrari y Daniel Amoroso, por Unión, y Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta, por el PRO, no llegaron hasta ahora a un entendimiento. En la Capital ya se encaminan a ir separados (ver nota principal). Y en la provincia, los macristas no tendrían más que algunos puestos en las listas de concejales. En ambos distritos, el Colorado está más cerca de un acuerdo con los radicales. Ayer el dirigente dejó en claro que todavía no decidieron a qué candidato a jefe de Gobierno apoyarán.

“El que decidió no continuar trabajando unificadamente en Unión-PRO fue De Narváez”, le pasó factura Macri. En su entorno, recordaban el sueño presidencialista que acometió al empresario de origen colombiano luego de su victoria en 2009. “Debería reconsiderar. El no nos puede dañar en Capital con una lista, pero si nos presentamos por separado con Jorge Macri, le sacamos votos a él”, planteaban en el PRO.

En tanto, en el bunker de Las Cañitas se ponían freudianos: “La frase de Macri es para que vaya a visitar a un psicólogo. Lo esperamos todo el tiempo que nos pidió. El que rompió es él cuando decidió no ser candidato a presidente y tomó una decisión completamente egoísta. Ahora se va corriendo a buscarlo a Felipe Solá”, decían. Seguramente, no será el último capítulo de la relación tormentosa entre los empresarios.