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Cuando los ecos de Salta comienzan a acallarse, Catamarca toma la posta con un nuevo caso de abuso sexual a menores vinculado con los círculos de poder provinciales. Hugo Oscar Guzmán, ex viceministro de Economía durante la gobernación de Ramón Saadi y ex director de la poderosa Obra Social de los empleados públicos (OSEP), fue procesado por la justicia catamarqueña por “violación calificada continuada” por el presunto abuso sexual durante cuatro años de la hija de su ex pareja, a partir de los 5 años de la pequeña. Mientras la jueza y el fiscal consideran que las pericias psiquiátricas realizadas a la víctima son concluyentes, el abogado defensor del imputado denunció motivaciones políticas en la decisión del procesamiento. “Indirectamente, a sólo dos días de las elecciones, se busca desprestigiar al justicialismo”, dijo a Página/12 Ramón Acuña, abogado del imputado.
Era el año 1986, cuando Hugo Guzmán, que en ese momento se desempeñaba como subsecretario de Hacienda de la gobernación de Saadi –cargo equiparable al de viceministro de Economía–, se separó de su esposa y formó una nueva familia junto a su segunda mujer y sus tres pequeños hijos. Esto, que al parecer es un dato privado de la vida del contador, cobró relevancia para la justicia cuando en 1996 una de las pequeñas se presentó ante la justicia, acompañada por su padre biológico, y denunció a su padrastro por abuso sexual.
En su relato frente al fiscal, la menor, que para ese momento contaba con trece años, declaró que Guzmán la había violado durante cuatro años, desde que ella tenía cinco hasta los nueve, aprovechando los momentos en que su madre se ausentaba del hogar. Esta denuncia motivó que el fiscal iniciara las pericias correspondientes y elevara la causa al juez de instrucción de ese momento, Edgardo Rubén Alvarez, que prontamente dejó su puesto para ascender a camarista. Años después integraría el tribunal que condenó a Guillermo Luque y Luis Tula por el asesinato de María Soledad Morales.
Luego de esta partida, tres jueces más pasaron por el juzgado sin que ninguno hiciera avanzar en forma decisiva la causa Guzmán, hasta que a comienzos del año pasado llegó a manos de la jueza María Milagros Vega. A pedido de la denunciante, reactivó la causa y las pericias. En noviembre del año pasado ordenó la detención del ex funcionario y el miércoles pasado lo procesó. Esta decisión no sólo desató la furia de Guzmán, sino que también puso en alerta a todo el PJ catamarqueño, ya de por si sensibilizado por el tema Barrionuevo (ver página 5). “Estamos muy preocupados por una resolución que no compartimos. Luego de siete años se dicta el procesamiento y lo más curioso es que justo se hace a dos días de las elecciones. Sin dudas que este fallo tiene una lamentable impronta política”, dijo el abogado defensor del imputado, Ramón Porfirio Acuña.
Entre los principales elementos que tuvo en cuenta la jueza para tomar su decisión se encuentra una pericia médica realizada a la joven en 1996, que constataba una “desfloración de larga data”, los testimonios de algunos allegados y las pericias psiquiátricas realizadas sobre la víctima, que determinaron que la muchacha “no fabula ni miente”, hecho que también intentó ser rebatido por los asesores letrados de Guzmán.
“Las pericias marcan que la joven tiene problemas psiquiátricos severos que la pueden haber llevado a inventar esta situación”, contó Acuña, en franca confrontación con el fiscal del caso, Hernán Zalazar quien, si bien aceptó los problemas psiquiátricos de la denunciante, aclaró a Página/12 que todas las pericias demostraron que estos trastornos son causa “de los traumas sufridos por ella a temprana edad y no a la inversa, como plantea la defensa”.
Pese a este dato, la lucha judicial sólo está por empezar. Acuña ya adelantó que apelará la medida y además incluirá una solicitud para que su defendido sea excarcelado. Si este pedido no prospera, el futuro de Guzmán estará en la penitenciaría provincial donde, al igual que Simón Hoyos, deberá aguardar pacientemente en su celda la realización del juicio oral y público en el que se definirá su destino.

Producción: Damián Paikin.