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Desde diversos sectores de la oposición salieron a cuestionar al ministro del Interior, Florencio Randazzo, luego de que el funcionario calificó de “chantada” y “poco serias” las denuncias que vienen haciendo de un supuesto fraude en las elecciones en las que Cristina Fernández de Kirchner obtuvo cerca de ocho millones de votos de diferencia respecto del segundo. “Que se cuide que la Justicia no le vaya a llegar a él”, lo amenazó el candidato a gobernador del Frente Popular, Eduardo Amadeo. Desde el espacio de Francisco de Narváez y el radicalismo reclamaron que el 23 de octubre haya control judicial.

“Como no encuentran ninguna explicación política están intentando empañar un acto electoral que fue absolutamente transparente”, interpretó Randazzo las denuncias sobre irregularidades en telegramas con las que insisten diversos dirigentes de la oposición desde la misma madrugada del 14 de agosto. La respuesta fue veloz y previsible. “De ninguna manera consideramos que es una chantada defender la voluntad de cantidad de ciudadanos que vieron frustrada su voluntad en el voto”, sostuvo el diputado Gustavo Ferrari, mano derecha de De Narváez. “Con los votos de la gente, sean muchos o sean pocos, no pueden hacer lo mismo que con los datos del Indec”, lanzó José Scioli, candidato a senador por la alianza de De Narváez con los radicales.

“En lugar de descartar las denuncias, tendrían que ser asumidas por las autoridades para dar a la ciudadanía la posibilidad de defender su voto”, estimó, por su parte, el jefe del bloque radical en Diputados, Ricardo Gil Lavedra. “Este gobierno cada vez que alguien roba y se denuncia, les echa la culpa a los diarios”, se sumó Amadeo. “No me sorprenden las declaraciones de Randazzo, pero le diría que se cuide de que la Justicia no le vaya a llegar a él, porque no está cumpliendo con las obligaciones que tiene como funcionario público”, afirmó el candidato de Eduardo Duhalde. Sobre la diferencia entre los candidatos, Amadeo estimó que “el robo de un solo voto es un robo. Entre ellos y nosotros hay una diferencia ética, porque para nosotros robar es robar en cualquier lado”. “Todo tiene el aroma de una operación armada para robar votos”, olfateó.

“Una cosa son los números de las primarias, que nadie cuestiona, y otra cosa, que el voto popular quede desvirtuado por el robo de boletas y telegramas truchos”, afirmó Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica.

“Nadie discute que el Gobierno ha ganado, pero hay un conjunto de puntitos que no vinieron exactamente del voto de la gente”, aseguró Claudio Lozano, del FAP. En cambio, su compañero de bancada Eduardo Macaluse sostuvo que “el resultado electoral fue muy favorable para el Gobierno y no nos escondemos detrás de las denuncias para ocultar ese dato”.