EL PAíS › ENTRE LA VENGANZA Y EL ATAQUE SEXUAL

Las dos hipótesis

 Por Raúl Kollmann

La fiscalía de Morón, a cargo de Marcelo Tavolaro, esperaba anoche ansiosamente la autopsia del cuerpo de Candela Rodríguez para empezar a trabajar más profundamente sobre una de las dos hipótesis del caso: o una venganza en el marco de una banda de piratas del asfalto o un ataque sexual seguido de muerte. Al cierre de esta edición, todavía los forenses analizaban el cuerpo de la niña para sacar conclusiones fundamentales: si abusaron o no sexualmente de Candela; cómo la mataron, cuándo la mataron.

El caso de las turistas francesas en Salta está muy fresco. Fue un ataque sexual y de entrada se habló de que las tuvieron secuestradas hasta matarlas sólo 36 horas antes del hallazgo de los cuerpos. Los estudios posteriores demostraron lo contrario: que la violación y el doble homicidio se produjeron 13 días antes.

- La venganza: Los dos elementos más fuertes que sustentan esta hipótesis son la llamada que recibió una tía el lunes y la impresión de los funcionarios judiciales y policiales de que la madre de Candela, Carola, sabía algo más de lo que estaba ocurriendo y no lo reveló.

La llamada, supuestamente realizada el lunes, fue al teléfono fijo de la casa de Candela y atendió una tía. En concreto, el individuo que llamó dijo “no la ves más, decile a la conchuda ésa que el marido diga dónde tiene la plata escondida”. El audio fue filtrado ayer por fuentes policiales que, paralelamente, dijeron que la historia detrás de la llamada está relacionada con un secuestro extorsivo contra un hombre vinculado con el mundo del automovilismo. El botín habría sido de 20.000 euros y ése es el dinero que supuestamente se le reclama al padre de Candela –actualmente preso– en la comunicación.

Este diario dialogó en forma exclusiva con Carlos Telleldín, juzgado e imputado en el caso AMIA, hoy abogado, y defensor junto a Antonio Montesinos Díaz de Alfredo Rodríguez, el padre de Candela, y otros integrantes de la banda de piratas del asfalto. “Rodríguez está preso porque subió a un camión del lado del acompañante, amenazó al chofer con un bulto que parecía un arma, obligó al chofer a bajarse y se fue con el camión. La unidad tenía un sistema de bloqueo para el caso en que alguien se subiera del lado del acompañante y ese sistema de seguridad hizo que el camión se detuviera a los cien metros. El chofer corrió, buscó un policía e hizo detener al padre de Candela. Tenía, además, una causa similar en San Isidro. Como usted ve –afirmó Telleldín–, no era un pesado ni tampoco el resto de la banda. Desconozco si hubo algún hecho de otra envergadura, pero lo dudo mucho. Quedaron debiendo hasta parte de los honorarios.”

Lo más llamativo de la llamada es que sorprendió a los funcionarios judiciales que trabajan en el caso. Algunos de ellos recién se enteraron de su existencia cuando fue divulgada ayer por los medios de comunicación.

Entre los investigadores siempre estuvo la idea de que Carola, la madre de Candela, conocía o sospechaba algo que no le reveló ni a la Justicia ni a la policía. El martes mismo dijo una frase sugestiva: “Falta poco, ya estoy llegando, Cande”. Muy poco después de la desaparición de la niña también hizo una declaración pública que llamó la atención: “Te cargué crédito en el Nextel, llamame, Cande”. Sin embargo, todas esas palabras, aunque un poco extrañas, podrían ser invocaciones de una madre desesperada. Y la duda surgió nuevamente después de que la voz en el teléfono habló de que “devuelva la plata, que el marido diga dónde la tiene escondida”.

Los médicos que ayer vieron el cuerpo en el lugar donde apareció dijeron que la chica estaba muy golpeada, con el rostro desfigurado. Y que la mecánica de la muerte podrían haber sido los golpes. Algunos criminalistas creen que esas atrocidades encajarían con una venganza mafiosa, pero también podrían encajar con una violación perpetrada por un sujeto totalmente desequilibrado.

En 2003 fue secuestrada una niña de nueve años, Marela Martínez, en Avellaneda. Meses más tarde, el fiscal Andrés Devoto encontró en la casa de un sujeto, Héctor “El Nene” Sánchez, el cuerpo de Marela. Curiosamente, en el marco de una pelea por plata en una banda de piratas del asfalto, El Nene se llevó a Marela con un engaño, la violó, la mató y la enterró en un pozo ciego de su domicilio. Es el único antecedente que existe y que se encuadraría en la hipótesis de venganza entre delincuentes. Las bandas –según se dice– no ajustan cuentas a través de mujeres o niños, pero –como se ve– hubo alguna excepción.

- La violación: Siempre fue la hipótesis primordial del caso Candela, en especial porque nunca apareció –hasta ayer– ningún pedido de dinero ni hubo llamadas extorsivas.

La hipótesis podría resumirse en que un sujeto del barrio la venía observando y posiblemente excitándose con ella y vio la oportunidad en aquella tarde de lunes, feriado, con poca gente en la calle.

Tampoco se descarta la posibilidad de un engaño. La Justicia determinó que Candela no tenía previsto un encuentro con sus amigas en la esquina, al punto que no se quedó allí, sino que caminó unos 100 metros. Eso se habría comprobado a través del olfato de los perros. También hubo amigas que declararon que el encuentro no estaba arreglado. Es decir que Candela habría salido de su casa con una excusa y tal vez fue engañada por alguien.

Que esta hipótesis era seriamente analizada por la Justicia y la policía lo demuestran los allanamientos en al menos dos domicilios de pedófilos. También que la sospecha estaba orientada hacia alguien de la zona, por cuanto se hicieron requisas casa por casa en las inmediaciones del domicilio de Candela.

El caso de las turistas francesas en Salta muestra las características de esta hipótesis. Sujetos de la zona, que se excitaron con las mujeres, las violaron y mataron en el mismo momento y tiraron sus cuerpos muy cerca. Candela fue arrojada a 35 cuadras de su casa y es muy probable que el homicida haya tirado el cuerpo ahí porque era el primer lugar descampado que tenía a mano. Que haya estado desnuda es un indicio. Hay criminalistas, sin embargo, que creen que también esto encaja con la hipótesis de la venganza: integrantes de la banda que viven en las inmediaciones, la desnudan después de muerta y la tiran cerca para asegurarse de que el mensaje llegue al destinatario de la forma más brutal.

Una parte de las respuestas se buscaban anoche en la autopsia. Si no hubo abuso sexual, la hipótesis de la venganza cobrará toda su fuerza. Y la investigación se centrará en la vida de Alfredo Rodríguez, antes de su detención. Anoche, el padre de Candela declaraba ante la Justicia y también hubo un largo diálogo con Carola.

Si hubo violación, es muy probable que el autor haya dejado rastros, como señala el criminalista Raúl Torre en su libro Perfiles Criminales. Se trata de delincuentes “desorganizados”. También puede haber respuestas en las cámaras del Acceso Oeste y en tres procedimientos que se realizaban al cierre de esta edición, mientras el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, se reunía con toda la plana mayor de la policía al filo de la medianoche.

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