El gobierno nacional respiró tranquilo al ver la cantidad de manifestantes del Sindicato de Camioneros en la Plaza de Mayo. “La convocatoria fue muy escasa. Muestra que tiene problemas para dirigir al conjunto de los sindicatos que tiene de aliados”, confió una fuente de la Casa Rosada a Página/12. “Es desmedido desabastecer de combustible y hacer un paro por no querer pagar un impuesto”, analizaron en Gobierno mientras monitoreaban la movilización, de la que participaron sectores vinculados con la oposición y con el antikirchnerismo.

“La exagerada reacción de Moyano muestra el aislamiento en el que se encuentra. Ni siquiera pudo resolver su propia interna”, explicó la fuente, aludiendo a las diferencias internas y al quite del respaldo que sufrió el secretario general de la CGT en los últimos tiempos al interior de la central obrera. “Moyano quiere saltar hacia la política, de líder sindical a líder político, pero no entiende que no es lo mismo. Movilizar veinte o treinta mil personas no quiere decir que todos te vayan a votar”, agregó, apuntando al trasfondo político que acusa a Moyano de imponer sobre la agenda que impulsa la CGT. “Tiene muy debilitada su candidatura y necesita gestos de liderazgo, pero no le salió muy bien”, aseguraron en los pasillos de la Casa de Gobierno.

El distanciamiento entre Moyano y el Gobierno comenzó a partir de las presiones que el camionero difundía públicamente para que “un trabajador forme parte de la fórmula” presidencial o sea candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires. El intento de imposición pública de parte de Moyano irritó al kirchnerismo, que finalmente bajó de las listas para las elecciones legislativas del año pasado a los representantes de la CGT aliados al líder cegetista. A partir de allí, Moyano atacó con virulencia cada vez que pudo al gobierno que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Unos días después de asumir su segundo mandato como Presidenta, Moyano realizó un acto en la cancha de Huracán donde renunció a la vicepresidencia del Partido Justicialista y a la presidencia del justicialismo bonaerense, comenzando a marcar el camino que confluyó en el acto de ayer en la Plaza de Mayo, de un alto tono opositor.

“El movimiento sindical forma parte del peronismo. Cuando el peronismo tiene un proyecto político sólido, todo lo que se va desgranando termina en un espacio antiperonista. Les pasó a (Eduardo) Duhalde, a (Hilda) Chiche Duhalde, le pasó a (Felipe) Solá y Moyano va en un camino parecido”, anuncian en las filas del kirchnerismo sobre el camino elegido por el camionero al situarse en la vereda de enfrente. “Por eso terminó con (Héctor) Magnetto y el Grupo Clarín”, agregó el funcionario, aludiendo también a la convocatoria al paro que realizó el camionero desde el canal de cable Todo Noticias, perteneciente al multimedios enfrentado con el kirchnerismo.

“Fue un fracaso total. El poder de movilización de Moyano fue pobre comparado con otras manifestaciones y si tenemos en cuenta que ésta es la primera que hace contra el Gobierno, podemos decir que no logró su objetivo”, señalaron en Balcarce 50, satisfechos por la disminución como rival del camionero. “Pero también hay que destacar que los que lo acompañaban en el palco y en la calle no hace tanto tiempo eran sus enemigos”, agregó el funcionario, apuntando al Momo Venegas, dirigente de los trabajadores rurales asociado con Duhalde.

“Se puso en un lugar del que es muy difícil volver. Utilizó reclamos gremiales para su carrera política y es grande la pérdida de credibilidad que genera una posición como ésa”, aseguró el dirigente kirchnerista, calificando de “triste” el intento de cubrir con una bandera de camioneros la tarima que tenía el sello de la CGT.