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La cuenta regresiva ya está en marcha. En apenas una semana, Eduardo Duhalde dejará el gobierno que asumió en enero de 2002, en medio de sombríos pronósticos que lo llevaron a pedir buena fortuna arrodillado en la Basílica de Luján. Según el propio Duhalde, la suerte parece haberlo acompañado, por lo que decidió cambiar el protocolo del Tedéum –desde hace años se hace en la Catedral metropolitana– y por iniciativa suya este año se hará en el templo de Luján. Para evitar que coincida con la asunción de Néstor Kirchner, el Tedéum y los festejos por el 25 de mayo se harán un día antes, el sábado 24. “Por primera vez no vamos a hacer el Tedéum en la Catedral metropolitana, lo estaremos haciendo en la Basílica de Luján para agradecer a la virgen su ayuda”, dijo ayer Duhalde.
Duhalde parece decidido a terminar su gestión con un toque innovador. Además de adelantar los recuerdos por el aniversario de la revolución de 1810, modificó el escenario del Tedéum oficial y de los desfiles de homenaje, que también se harán en Luján. Pero no sólo eso: el Presidente en retiro pretende despedir su espacio radial de cada sábado –una idea que copió de George W. Bush y el venezolano Hugo Chávez– con “un programa distinto” que, además, será el último. Para eso, invitará a todos los medios nacionales a la quinta de San Vicente, desde donde se despedirá de los argentinos.