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Un reciente informe de la legisladora María Rachid, publicado en este diario, detalló que el gobierno de Mauricio Macri tiene el 47 por ciento de todos los vetos emitidos por el Ejecutivo porteño. Son 106 decretos –74 vetos totales y 32 parciales– a los que se sumará ahora el veto al aborto no punible. Entre las diversas leyes que Macri borró de un plumazo estaba el Congreso Pedagógico que también molestaba a la Iglesia y una oficina contra la trata de personas que había impulsado una legisladora macrista.

El principal escándalo por los vetos de Macri se vivió el verano de este año, cuando el jefe de Gobierno superó el centenar de leyes anuladas parcial o totalmente. La ex titular de Poder Ciudadano y ahora diputada macrista Laura Alonso fue una de las pocas que se animó a defender la conducta del mandatario porteño. La contradijo la ONG que había dejado, que remarcó que había un uso excesivo de los vetos. En ese momento, Poder Ciudadano dejó en claro que el uso de la herramienta debía ser “excepcional”. Y destacaron que Macri vetó una ley de publicidad oficial para luego hacer uso de las acciones que restringía en la campaña de 2011.

La mano de la Santa Madre también intervino en otro de los vetos de Macri. Fue el que establecía que se iba a hacer un Congreso Pedagógico, al que la Iglesia le temía no sólo por la revisión de los contenidos sino por lo que pudiera plantearse allí sobre los miles de millones de pesos que reciben del Estado las escuelas católicas. Macri firmó el veto y a pedirle a Dios una instancia de debate entre estudiantes, docentes, vecinos y gremios para dar lugar a una Ley de Educación porteña.

Otro decreto al que Macri le puso el gancho fue el de una ley que creaba una Oficina contra la Trata de Personas. Se trataba de un proyecto de la macrista María Eugenia Rodríguez Araya. En su lugar, la gestión PRO creó un comité con facultades mucho más reducidas y sin presupuesto. Macri también vetó un subsidio al ciclo de Teatro x la Identidad, pero ante las críticas que recibió, el Ministerio de Cultura les dio el dinero en forma discrecional.