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El convenio que suscribieron ayer en Paraguay el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, y su par paraguayo, Antonio Barrios, apunta a “elaborar, implementar y desarrollar un operativo conjunto de salud en áreas de fronteras para el desarrollo de acciones conjuntas de vigilancia epidémica y control de enfermedades” y contempla la “creación de canales de intercambio y desarrollo de acciones integrales” entre ambos países para mancomunar esfuerzos en materia de prevención, detección y bloqueo de la enfermedad del dengue, algo que, si bien en la Argentina se encuentra controlado, igualmente preocupa a partir del aumento de los casos registrados en Brasil, Paraguay y Bolivia.

“La instrucción que recibimos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es sumar esfuerzos por el bienestar de nuestros pueblos. Todos sabemos que en temas de salud no existen las fronteras, por lo cual trabajar en la prevención resulta algo central. Conocemos lo que está pasando con el dengue en la región y sabemos que en todos los países se han incrementado la cantidad de casos y los fallecimientos por esta causa, debido a que circulan cuatro serotipos de la enfermedad. Estamos convencidos de que la tarea conjunta en la zonas calientes de nuestras fronteras nos va a dar buenos resultados”, manifestó Manzur ante los funcionarios y directores de Salud paraguayos presentes en el auditorio del Ministerio de Salud y Bienestar Social, donde se realizó la ceremonia oficial.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, demostró su conocimiento sobre el tema y, luego de remarcar que “las fronteras no separan sino que unen”, trasladó la preocupación a números: “El dengue es una epidemia que se ha extendido en América, según lo han consignado la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, que determinaron en dos millones las personas afectadas en 2013. En la década de los ’80 los casos eran 400 mil, durante los ’90 la cifra se duplicó y luego siguió incrementándose. De los casos de 2013: 1,5 millón se concentra en Brasil y aquí en la República del Paraguay tenemos cerca de 150 mil casos”. A estos números, se les suma el dato radical de que en lo que va de 2013, en Paraguay se han registrado 248 muertes por dengue.

En cambio, en la Argentina, según le confió a Página/12 la subsecretaria de Prevención y Control de Riesgo, la doctora Mariana Kosacoff, tras la epidemia registrada en 2009, en la que se detectaron 27 mil casos y fallecieron cinco personas, no volvieron a registrarse más muertos y los casos detectados disminuyeron a sólo 274 en el último año. “Para que la situación se mantenga controlada es muy importante la prevención. La gente tiene que tomar conciencia, limpiar y descacharrar, porque eso reduce significativamente los riesgos. También, ante cualquier síntoma de gripe, con un fuerte dolor en las articulaciones, se debe consultar a un médico y no automedicarse. Eso es importante, porque cuando detectamos un caso, lo que hacemos inmediatamente es trabajar en el bloqueo. Contamos con 15 bases operativas nacionales permanentes para llevar adelante este trabajo”, comentó la funcionaria.

Entre 2009 y 2013, el presupuesto de la Dirección de Enfermedades Trasmitidas por Vectores –o agentes– se incrementó en un 156 por ciento: de 46,7 millones de pesos a 119,5; mientras que en recursos humanos se pasó de 310 personas a 840, lo que representa un incremento del 270 por ciento.