EL PAíS
La apuesta es dar media sanción al Presupuesto ya
Por Eduardo Tagliaferro y Felipe Yapur
Todas las fichas del Gobierno están puestas en obtener créditos externos. Antes de atender los reclamos argentinos, el FMI puso dos requisitos: un acuerdo con los gobernadores y un “presupuesto sustentable”. Anoche finalmente el Gobierno cerró un preacuerdo con los gobernadores justicialistas. Esto le permite avanzar en la segunda condición. Con cierto entusiasmo, los legisladores peronistas aventuraban que hoy obtendrían la media sanción en Diputados del Presupuesto nacional.
Desde el Senado había llegado la promesa del jefe del bloque justicialista, José Luis Gioja, y del titular de Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Verna, de que si los diputados obtenían hoy el voto positivo ellos se comprometían a tratarlo mañana.
“Este plan está pensado con ayuda exterior. Sin créditos, o por un monto menor a lo que se necesita, o por su llegada tardía, este plan está en serios problemas, porque no sé si la sociedad argentina está preparada para las consecuencias que nos traería”, comentó a este diario un legislador oficialista que participó de las negociaciones. Puesto a especular con los escenarios futuros su crudeza sorprende: “No hay un plan alternativo”.
El diputado oficialista reconoció que están lejos de tener un plan económico. Por eso, señaló que las medidas del ministro Jorge Remes Lenicov se sustentan en una política monetaria que equilibre la paridad entre el peso y el dólar, mejore la competitividad, una política fiscal más redistributiva y asistencia financiera de los organismos de crédito internacional. Por eso se preocupó en resaltar que “estamos haciendo los deberes”. El enojo por la reacción internacional llevó al diputado a afirmar que “Argentina está dentro de un gran corral”.
Los defensores del Presupuesto se preocupan por remarcar que el déficit fiscal no superará los 3 mil millones, cifra que sindican que es pequeña dentro de la magnitud de los gastos: unos 42 mil millones. Claro que entre el monto de los gastos figuran casi 6 mil millones de pago de servicios por la deuda externa. Lejos de mostrarse indulgente, el FMI responde a la obediente actitud del Gobierno con medidas más duras, entre ellas la suspensión de todos los bonos provinciales que están circulando. “Eso haría estallar a las provincias”, admite a Página/12 un diputado peronista.
Superado el escollo de los gobernadores, la tarea de los legisladores es garantizar la sesión de hoy. Una de las preocupaciones de la conducción de la bancada oficialista es obtener primero el quórum y después los votos. El acuerdo con los mandatarios es la solución para estos dos puntos, pero no pueden descuidar un detalle: jamás permitir una votación nominal. La razón es muy simple “tenemos varios diputados que van a votar en contra y no queremos que se note. De allí la importancia del acompañamiento radical. Ellos nos permiten cubrir nuestros huecos”, se sinceró un legislador del riñón duhaldista.
En el resto de las bancadas prácticamente está todo definido. Los radicales anoche, fieles a su estilo, continuaban debatiendo. Pero desde el PJ se descartaba su acompañamiento. Algo similar ocurría con el Frepaso, quienes anticiparon su voto positivo en general. Los bloques de los partidos provinciales eran la única duda para los justicialistas. Aunque puestos a derrochar euforia, daban por descontado que superarían cualquier inconveniente.
Las bancadas que votarán en contra del Presupuesto serán Izquierda Unida, Autodeterminación y Libertad, y el denominado Interbloque que conforman el Frente Grande, el Partido Intransigente, el Socialismo Popular y el ARI. Mario Cafiero, representante de este último sector, señaló que no se cumplirán los objetivos del Presupuesto porque “el crecimiento y la inflación prevista no son ciertas”. Para el ARI, la política tributaria no se modificó así es que dicen “la políticatributaria va recaudar más por impuestos indirectos que directos, y no están previstas iniciativas para una reactivación”.