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- Cierre. La Presidenta finalizará hoy su visita a China. Antes de regresar a Buenos Aires tiene pautadas dos actividades en su agenda: una reunión con el primer ministro de la República Popular China, Li Keqiang, y otra con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, Zhang Dejiang. Los encuentros serán a primera hora de la tarde en el Gran Palacio del Pueblo. De allí mismo, una vez que concluyan, partirá hacia el aeropuerto de la capital china y abordará junto a su comitiva el Tango 01.

- Twitter. Cristina Kirchner se comunicó a través de Twitter todos los días desde que llegó a Beijing. A propósito de la masiva concurrencia al Foro Empresarial Argentino-Chino ayer ironizó: “Más de 1000 asistentes al evento. ¿Serán todos de “La Cámpola” y vinieron sólo por el aloz y el petlóleo?” Y agregó: “Sorry. ¿Sabés qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Si no son muy, pero muy tóxicos”.

- Traducción. La traducción del chino al español y del español al chino trajo más de alguna dificultad. En la reunión con los empresarios, la traductora le atribuyó a una empresa 17 empleados y la misma Cristina Kirchner le hizo notar que debían ser 17 mil. Ayer, Xi Jinping le deseó a la Presidenta una pronta recuperación de su lesión del pie, no “de la piel” como se tradujo. La máxima fue en la teleconferencia que hizo CFK con Santa Cruz para poner en marcha las obras de las represas. La Presidenta le dio la palabra a un joven de El Calafate, pero la traductora nunca que enteró de que ella debía traducir lo que decía. Cuando el santacruceño dejó de hablar se hizo un silencio. Lo rompió la misma Presidenta: “¿Y esto quién lo traduce?”. Se lo tomó con humor y ella misma le hizo a la traductora una síntesis de las palabras del joven para que les contara a los chinos qué había dicho.

- Manzano. Entre los empresarios que llegaron a Beijing en coincidencia con la visita de Cristina Kirchner está José Luis Manzano. El ex jefe de bloque de Diputados en los primeros años del menemismo ahora socio de Daniel Vila estuvo en el Foro Empresarial Argentino-Chino y también se lo vio por el lobby del Hotel St. Regis, donde está la comitiva presidencial. Vino –según contó– con la mira puesta en Huawei, una empresa líder en tecnología en comunicaciones con intereses en la Argentina que acaba de instalar en el país su base de operaciones para toda la región.

- Tarjeta. Las costumbres chinas le jugaron una mala pasada a un funcionario del equipo económico. Después de conversar largo rato con un chino, traductor mediante, llegó el momento de la despedida. El chino sacó una tarjeta personal para entregársela, pero al final no se la dio porque el hombre del equipo de Axel Kicillof no tenía una suya para retribuirle el gesto.