EL PAíS
OTRAS VOCES
- Mabel Gutiérrez (Familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas): “Desde un principio dijimos que esta causa no era para investigar a los Montoneros sino para volver a instalar la teoría de los dos demonios. Más allá de sus responsabilidades como jefes de la organización, no podemos culparlos de ninguna manera por la desaparición de los militantes que participaron del operativo retorno en plena dictadura. Aquí hubo un solo demonio y en este caso fueron los militares que hicieron desaparecer a los montoneros que volvían al país. Más allá de nuestras diferencias y de si estaban equivocados o no –esa no es la discusión–, no es la Justicia la que debe establecer este tipo de responsabilidades”.
- Marcela Bordenave (diputada del ARI): “Fue un mamarracho que los hayan puesto presos (a Fernando Vaca Narvaja y a Roberto Perdía) por acusarlos de llevar de las narices a toda una generación que peleó y dio su vida por un país distinto”.
- Patricia Vaca Narvaja (secretaria de Defensa del Consumidor): “El juez Bonadío quería sostenerse en su cargo y, bueno, le salió el tiro por la culata. La razón y la justicia han prevalecido. La Cámara ha convalidado lo sostenido en un primer momento en cuanto a que esto era una barbaridad política y jurídica. Esto ha ayudado a poner en discusión toda una etapa histórica y ha servido para que la sociedad reconociera lo que ha sido la lucha de toda una generación, que de ninguna manera se puede, como ha hecho este juez, penalizar porque fue el derecho de esa generación a resistir a la dictadura militar”.
- Juan Carlos Dante Gullo (titular del Partido Nuevo Milenio): “La Cámara Federal aplicó su concepto ajustado a derecho y desmanteló un hecho arbitrario del juez Claudio Bonadío. Lo que hizo Bonadío fue arbitrario y mereció el repudio de toda la sociedad”.
- Edgardo Binstock (querellante en la causa): “Estoy de acuerdo con la resolución de la Cámara Federal. La detención Vaca Narvaja y Perdía dispuesta por el juez Bonadío no tenía sustento jurídico y era previsible que iba a caer cuando llegara a la Cámara. La decisión de Bonadío de detenerlos fue de corte político y desde un primer momento estuvo en total desacuerdo. En el marco de la causa es necesario seguir avanzando en la investigación del Plan Cóndor”.