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Para los encuestadores, Margarita Stolbizer y Progresistas afrontan una doble situación. Por un lado, podrían recibir votos radicales que no quieren apoyar a Mauricio Macri y, por el otro, sufrirá una fuerte presión de Cambiemos para acumular votos útiles contra el oficialismo. Los consultores no diagnostican que Progresistas pueda crecer de forma relevante. Asimismo, la mayoría coincide en que Nicolás Del Caño fue una de las grandes sorpresas en las PASO y algunos hasta le auguran que puede llegar al cinco por ciento del voto nacional.

Hugo Haime sintetiza: “La de Stolbizer es una posición difícil porque todos van a ir por sus votos. Del Caño, en cambio, puede crecer dada las fuerzas que quedaron por debajo del 1,5 por ciento y que no estarán en octubre. Son fuerzas de izquierda y pueden sumarle al FIT”.

“Son situaciones muy diferentes –sostiene Enrique Zuleta–. Stolbizer es un buen ejemplo del escaso interés del electorado por propuestas basadas exclusivamente en la denuncia. La corrupción no es un tema de esta campaña. Estamos ante elecciones de gobierno en las que cuenta cuál es el aporte a la construcción de una Argentina gobernable y capaz de lograr acuerdos efectivos en las grandes cuestiones pendientes de la herencia que deja este gobierno. Todo aquel que se sitúe en posiciones antinómicas respecto a los demás se sitúa en unas coordenadas negativas, sobre todo para el electorado moderado de los grandes distritos, donde están los votos que Stolbizer sabe y puede representar. El caso de Del Caño es diferente. Es un candidato antisistema, del tipo de los que emergen hoy en la mayoría de las democracias maduras. El perfil del profesor de Ciencias Sociales que domina los secretos de la nueva comunicación política está produciendo fenómenos emergentes que, naturalmente han comenzado a manifestarse también en Argentina. Su éxito en las ciudades es evidente. Por otra parte, alguien que introduce un cambio en una izquierda vieja y desgastada se constituye en una alternativa para gente defraudada por la cada vez más escasa capacidad del sistema político de dar voz y voto a las minorías, una exigencia inexcusable para cualquier democracia avanzada.”

“El resultado de las PASO ha sido realmente duro para el espacio Progresistas –analiza Roberto Bacman–. Tanto Margarita Stolbizer a nivel nacional como Hermes Binner en Santa Fe (que pasó de ser el segundo más votado en 2011 a quedar cuarto en su provincia como candidato a senador) han obtenido un caudal de votos realmente exiguo. Los dirigentes radicales que se opusieron a la alianza con el PRO seguramente esperaban mucho más de este espacio. Pero en este caso también subyace la esperanza de aumentar su caudal, ya que desde el punto de vista hipotético aún existe la posibilidad de un voto estratégico, especialmente de aquellos radicales que optaron por Sanz o por Carrió y que en octubre no están tan seguros de inclinarse por Macri, y de este modo resulte favorecida la candidata del espacio Progresistas.”

“Del Caño fue otra sorpresa de las PASO –redondea Bacman– especialmente tras su triunfo en las internas del FIT, desplazando al histórico Jorge Altamira, habitual candidato de ese espacio. Quedó como representante de la izquierda de nuestro país y desde tal perspectiva tiene para crecer. Al menos –si logra aunar a todos aquellos que en las primarias votaron a las distintas agrupaciones de izquierda– puede aspirar a conseguir sufragios de un segmento que en las PASO eligió opciones de izquierda y que podría llegar a ubicarse en el eje del 5 por ciento.”

Analía Del Franco sostiene que “Del Caño, como revelación de la izquierda no es una novedad: ya lo fue hace dos años a nivel provincial y ahora impacta a nivel nacional. Para él, lo más importante es solidificar este triunfo de la interna mostrándose competitivo y que aquellos que quieran hacer un voto ideológico o testimonial, lo vean como que él puede ser un garante. Debería fidelizar el voto de Altamira y de los candidatos de izquierda que quedaron fuera de carrera electoral. Margarita Stolbizer siempre puede crecer. Así lo dice su historia electoral, pero en esta elección parece que los votos radicales están muy fragmentados y muy demandados. Debería captar inicialmente los de Carrió y Sanz con los que tensionó en las PASO”.