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Durante sus 50 años de virtual “reinado” en Santiago del Estero, el matrimonio de Carlos Juárez y Mercedes Aragonés intentó por todas las formas eternizar sus nombres en la historia provincial. Uno de los caminos a través de los que buscó ese fin fue una ley en la que fueron declarados “ciudadanos protectores ilustres de la provincia en reconocimiento a su fecunda labor en aras del bien común”. Pero, en medio de las numerosas causas judiciales que ocupan sus horas fuera del gobierno, los Juárez recibieron anoche otra mala noticia: el interventor federal Pablo Lanusse decidió derogar esa norma. Se trata de la Ley 6.570, aprobada por unanimidad por la Cámara de Diputados de Santiago. “La Nación no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento, no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza”, explicó el interventor Pablo Lanusse. “Y esta distinción –aseguró– no se compadece ni con la letra de las instituciones que regulan a una democracia, ni con la noción de democracia como estilo de vida.”