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Hace tres años estaban disparando por todo el microcentro. Sin coordinación pero no como “loquitos sueltos”, como suelen argumentar abogados defensores y la Policía Federal. Bajo sus balas de plomo cayeron manifestantes, ciclistas, motoqueros y trabajadores que habían salido a las calles, hartos del gobierno de Fernando de la Rúa. Los muertos en todo el país fueron 38. En la causa que investiga los asesinatos en Capital, hay cinco policías presos y un militar retirado que estarían en condiciones de ir a juicio oral. Pero todos apelaron a la Corte Suprema, que ya les dio la razón en un caso. El ex jefe de Policía Rubén Santos y el ex jefe de Seguridad Enrique Mathov están procesados por homicidio, pero en libertad. Y el ex presidente Fernando de la Rúa aún goza de la falta de mérito que le dictó la jueza María Servini de Cubría.
El teniente coronel retirado Jorge Varando era el jefe de seguridad del banco HSBC, de Avenida de Mayo y Chacabuco. Aquel día de humo, corridas y muerte, un grupo de policías de la comisaría 2ª se había refugiado en la sucursal para “protegerse” de los manifestantes. Cuando la furia pareció capaz de traspasar los blindex, comenzó la balacera. Así fue que cayó Gustavo Benedetto. “Entre los que efectuaron disparos se encontraba el jefe de la seguridad (Varando), quien desenfundó su arma y realizó disparos en dirección a donde se encontraba quien fuera en vida Gustavo Ariel Benedetto”, dijeron los fiscales en la acusación.
Se realizaron dos reconstrucciones de los hechos, y tanto la jueza Servini como los miembros de la sala I de la Cámara Federal dieron por probado la culpabilidad de Varando. Su defensa sostiene que si bien efectuó disparos con su arma, una Glock modelo 17, número AM6384, no fue el autor del tiro que le quitó la vida a Benedetto. Por eso apelaron ante la Corte Suprema, que les dio la razón. La Corte anuló la resolución porque considera que “no hay pruebas suficientes” ya que hubo “otros disparos” y una columna de hormigón se interponía entre ambos. Sin embargo, los fiscales, la jueza y los camaristas se basan en los resultados de la reconstrucción: durante el procedimiento fue adosada una mira telescópica que daba justo en la cabeza del muñeco que representó a Benedetto. Ahora la sala II de la Cámara Federal revisará el caso.
Por el crimen de Alberto Márquez están detenidos y procesados un ex jefe de Asuntos Internos de la Federal, Orlando Oliverio, y los policías Ariel Firpo Castro, Eugenio Figueroa y Carlos López. Márquez, un empleado de seguros, falleció por un tiro en la espalda en Sarmiento y 9 de Julio, cuando civiles con chalecos antibalas con la inscripción PFA dispararon a la gente con escopetas calibre 12,70. Los cuatro policías también quieren evitar ir a juicio oral, por eso acudieron a la Corte Suprema.
Por las muertes de Carlos “Petete” Almirón, Gastón Riva y Diego Lamagna había pocos elementos, hasta que aparecieron fotos y videos en los que puede verse al oficial Víctor Belloni, de la comisaría 4ª, quien apuntó con su Itaka y disparó a la multitud. El policía está detenido.
Por el resto de las muertes ocurridas en el país hay varias causas abiertas, otras ya fueron cerradas y en una sola hay un condenado: el oficial Esteban Velázquez, quien deberá pasar 14 años en la cárcel por el asesinato de Claudio “Pocho” Lepratti. A diferencia del proceso en la Capital, en ninguno de los otros hay responsables políticos imputados.