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Mientras avanza en España el juicio oral contra el represor Adolfo Scilingo por los delitos de torturas, terrorismo y genocidio, la Federación Universitaria Argentina (FUA) ratificó ayer que se presentará ante la Justicia española para dar testimonio de la desaparición de 2129 estudiantes durante la última dictadura militar. La presentación se sumará a las declaraciones de las aproximadamente 120 personas que colaborarán en la causa. Además de ratificar los testimonios que dieron los titulares de la organización estudiantil en 1998 ante el juez Baltasar Garzón, la FUA podría ampliar la base probatoria con la inclusión de alrededor de 200 nuevos casos de estudiantes desaparecidos.
El ex presidente de la Federación Universitaria Pablo Javkin viajará la semana que viene a Madrid junto con los actuales titulares de la entidad, Maximiliano Abad y Marcos Duarte, para presentarse en la Audiencia Nacional el próximo jueves. Allí expondrán el trabajo realizado por la profesora Inés Izaguirre, que revela la vinculación que existió entre las autoridades universitarias y las fuerzas militares a través de la elaboración de las “listas negras” o la destrucción de los legajos de estudiantes desaparecidos.
“Distintos elementos, como el hecho de que muchos eran judíos o la persecución ejercida en facultades específicas, como el caso de Ciencias Exactas de la UBA, describen la matriz del accionar militar en las universidades”, expresó ayer Javkin durante una conferencia de prensa, acompañado por Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora. El ex representante estudiantil y actual dirigente del ARI además adelantó a Página/12 que a la documentación de los 2129 casos de estudiantes desaparecidos que presentó en 1998 podrían sumarse alrededor de 200 nuevos. Sin embargo, la medida deberá ser aprobada por los abogados acusadores, que definirán si la nueva presentación se limita a ratificar los testimonios dados ante el juez Garzón.
De esta forma, luego de siete años, la Justicia ibérica recibirá nuevamente los distintos documentos que atestiguan la represión ejercida durante la dictadura en todas las universidades nacionales. Con la colaboración de varios organismos de derechos humanos, la investigación realizada por Izaguirre describe los diversos mecanismos de persecución instalados en los claustros académicos. Algo que, según interpretó Javkin, aporta un elemento fundamental en el juicio contra Scilingo. “Nuestro objetivo es colaborar para dejar comprobado que en Argentina hubo genocidio”, destacó el dirigente, reivindicando uno de los aspectos más destacados de la causa que enfrenta Scilingo: por primera vez en la historia un integrante de la dictadura puede ser condenado por genocidio.

Informe: Carolina Keve.