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Roberto Lavagna aprovechó el francés fluido que le dejó su paso como embajador ante la Unión Europea antes de llegar al Ministerio de Economía para brindar nuevos detalles sobre las negociaciones que el Gobierno mantiene con la empresa Suez, que controla Aguas Argentinas. En un reportaje que concedió a la Radio France Internationale, Lavagna aseguró que la propuesta del gobierno argentino frente al pedido de aumento de tarifas del 60 por ciento que reclama la empresa fija un techo del 16 por ciento para cualquier incremento.
“Durante las negociaciones hemos hablado de un aumento de las tarifas del orden del 16 por ciento”, explicó el titular del Palacio de Hacienda, quien acompaña al presidente Néstor Kirchner en su gira por Francia. El ministro se guardó de mostrarse frente a los periodistas argentinos que cubren la gira. Sin embargo, accedió a contar las novedades del día ante un medio francés.
Lavagna aseguró que ese aumento sería suficiente para que la empresa pueda “aumentar sus inversiones en 250 millones de pesos”, a los que el Estado agregaría “una cifra algo menor de inversiones directas hasta llegar a los 400 millones” al año que le reclama el gobierno a Aguas.
Pese a las advertencias de la empresa Suez de que podría abandonar la Argentina si el Gobierno no atendía sus reclamos, el ministro de Economía señaló que esas amenazas forman parte del “escarceo propio de la negociación”. “O tal vez –dijo– ese pueda terminar siendo el resultado si es que no hay acuerdo, pero no lo sabemos todavía y es preferible no llegar a ese punto.”
“Estamos en plena negociación. El problema mayor es que las empresas tienen que pasar de un esquema con tarifas en dólares, e incluso indexadas a la inflación estadounidense, a tarifas en pesos”, explicó el ministro. “Todos los precios en Argentina –dejó en claro– son en pesos, porque los salarios de la población son en pesos.” De este modo, Lavagna se encargó de bajar al mismo tiempo las expectativas de aumento de Edenor, también controlada por capitales franceses, aunque en ese terreno el Gobierno asegura que el tema está “bastante encaminado”.
En la entrevista que ofreció a la RFI, Lavagna habló también sobre el otro gran tema de la agenda oficial de la gira por Francia: la deuda. El ministro aseguró que el canje de los bonos en default lanzado por el Gobierno tuvo en sus primeros días “una respuesta interesante, sobre todo por parte de inversionistas institucionales”. Sus palabras llegaron pocas horas después de que las autoridades bursátiles de Japón (una de las plazas más difíciles para la reestructuración de la deuda) declararan efectiva la operación de canje. “Argentina hizo una oferta inicial en 2003 y finalmente hubo una mejora de la oferta luego de negociaciones. Estamos al límite de lo que podemos pagar sin afectar nuestro crecimiento. Muchos, con realismo, la aceptarán”, dijo Lavagna, sin descartar que bonistas elijan la vía judicial. “Ahora –señaló– es el momento para poner fin a la presión de los grupos o de la gente que quiere ganar comisiones. Ahora debemos dejar que hable el mercado.”