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El Indice de Costos Industriales (ICI) se incrementó 53 por ciento en abril respecto del mismo mes del año anterior y un 15,4 por ciento con relación a marzo último, informó la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). En tanto, los precios internos básicos mayoristas de productos manufacturados crecieron un 18,2 respecto de marzo, reduciendo la brecha generada a partir de la devaluación entre el crecimiento de los precios y el de los costos.
El estudio de la UADE agrega que en enero, luego de la salida de la convertibilidad, los costos crecieron 6,5 puntos porcentuales por encima de los precios; mientras que a abril, esa diferencia se redujo a un 3,5 por ciento. El informe precisa que, en una economía en depresión, “es de esperar que los precios transmitan parcialmente el impacto de la depreciación cambiaria sobre los costos”.
A su vez, en la medida que disminuyan stocks constituidos a costos pre devaluación y se requiera su reposición con producción post devaluación, se notará más transferencia del aumento de la paridad cambiaria a los costos y de estos a los precios.
La UADE sostiene que la transmisión mayor de la devaluación a los costos industriales y a los respectivos precios, “se vio impedida por la significativa gravitación de la depresión doméstica, el ajuste rezagado de las tarifas y las limitaciones para volcar rápidamente los excedentes productivos al exterior”. Al respecto, las exportaciones de bienes industriales disminuyeron, en el acumulado de los primeros tres meses del año, un 7,6 por ciento respecto de igual período del año anterior.
En tanto, durante este año, las variaciones porcentuales en los costos relativos de cada sector respecto al total de la industria se mostraron heterogéneas. Así, puede notarse como los productos originarios del sector “Minerales No Metálicos” mostraron una caída relativa de los costos a partir de que estos se corresponden con insumos extractivos de producción local y escasa transabilidad en el comercio exterior.
En cambio, la mayor transabilidad de los insumos (también de producción local) empleados por “Papel, Cartón e Imprenta” y “Alimentos, Bebidas y Tabaco”, implicó una disminución menos intensa de los costos relativos, congruente con una mayor transmisión de la depreciación del peso.