EL PAíS
Veintinueve años sin justicia
Fue un abrazo entre dos viejos amigos. El sacerdote de Chamical, Délfor “Pocho” Brizuela, uno de los impulsores de la causa, se encontró con Eduardo Luis Duhalde, a quien conoció durante los años de exilio. Sin embargo, hubo también lugar para algunos reproches de parte del cura por el tiempo transcurrido hasta que la causa finalmente fue reabierta.
Además de conocer personalmente a Angelelli, los dos tuvieron un amigo en común, el mismo que los presentó en España cuando tuvieron que exiliarse por la dictadura. Se trata de Tito Paoletti, fundador del diario El Independiente, con el que colaboraba Angelelli. Fue así como Duhalde conoció al obispo. “Era un tipo llano, un cristiano de base”, lo definió ayer. Brizuela también conoció al Pelado –como lo llamaban– durante esos años. Luego de su desaparición fue, junto a las Comunidades Cristianas de Base, uno de los máximos impulsores para que se activara el expediente. Hoy recibe conforme la decisión de la justicia federal pero con algunos reparos. “El convenio firmado con Maza tiene algunos baches, como cuando se pide el esclarecimiento de la ‘muerte’ de Angelelli, cuando hay una resolución judicial que dice que se trató de un homicidio.” Acompañándolo estaba Arbino Soria, de las Comunidades Cristianas, que se sumó a las críticas. “Hicieron falta 29 años para llegar a la justicia. ¿Qué hubiera pasado sin la lucha de los organismos de derechos humanos?”