EL PAíS
Los dos proyectos que se discuten
Deciden los padres
- De acuerdo con el proyecto de ley que presentó el legislador Santiago de Estrada, el punto de partida para empezar a hablar de educación sexual sería el séptimo grado.
- La educación sexual sería obligatoria en las escuelas públicas y privadas que dependen de la Secretaría de Educación porteña.
- Cada institución deberá crear un ámbito de intercambio entre padres y docentes para la elaboración de su propio programa de educación sexual.
- Este espacio podrá ser dirigido por el director de la escuela o por una persona que éste designe. Cada dos años, el programa se revisará y actualizará: los padres podrán realizar objeciones que deberán ser contempladas para llegar a un consenso.
- Los establecimientos –según su proyecto educativo institucional– comunicarán el diseño e implementación de su propio programa de educación sexual a la Secretaría de Educación “como organismo de control y supervisión”.
- La educación sexual deberá impartirse como contenido transversal dentro de las asignaturas que ya existen y abordan temáticas afines.
- El proyecto prevé que todas las carreras de formación docente incluyan en sus diseños los contenidos necesarios para el dictado transversal de la educación sexual. También establece cursos de capacitación docente para implementar la ley “en el marco del respeto a la libertad de conciencia de todos los agentes educativos”.
- No obstante, “independientemente” de la formación oficial, se establece que cada establecimiento “podrá elegir cuál será la institución que capacite a los docentes” en materia de educación sexual, siempre “según el ideario del establecimiento educativo”.
El Estado fija los temas
- La educación sexual sería una realidad durante toda la enseñanza obligatoria común y especial, es decir, a partir del preescolar, en todas las escuelas que están bajo la órbita de la Secretaría de Educación, en caso de aprobarse el proyecto que presentaron Ana María Suppa, Diego Kravetz y Florencia Polimeni.
- La particularidad de este proyecto es que fija los temas obligatorios que debe incluir la educación sexual.
- Algunos de los temas previstos son: pubertad, reproducción y orientación sexual; familia y parentalidad; valores éticos y morales, prácticas sexuales responsables, métodos anticonceptivos y abstinencia; discriminación, violencia de género y diversidad sexual.
- Correrá por cuenta del Estado elegir y distribuir los contenidos conceptuales, teniendo en cuenta las diversas etapas del desarrollo psicofísico de los alumnos.
- Los contenidos actitudinales –a través de los cuales se promueve la formación basada en los valores– también serán seleccionados por el Estado; sin embargo, cada escuela puede agregar los valores del “ideario institucional que considere pertinentes”.
- La Secretaría de Educación debe garantizar “un espacio curricular interdisciplinario y programado de educación sexual integral, organizado por cada unidad escolar”. En este espacio, los padres o tutores podrán recibir información, así como participar sugiriendo temas y actividades.
- Los docentes de las materias y áreas que integren este ámbito interdisciplinario son quienes estarán a cargo de la educación sexual, aunque la escuela puede contar con expertos invitados.
- Las secretarías de Educación y Salud deben coordinar acciones para que docentes y profesionales de la salud formen equipos interdisciplinarios que sean agentes multiplicadores de salud para asesorar a padres y alumnos.