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Las palabras fueron primero. Luego vendría la música. De esta manera, al cierre de esta edición, la Cumbre de los Pueblos se aprestaba a cerrar la asamblea ante la que se pondrían en común las principales definiciones que dejaron tres días de talleres y deliberaciones. Además de la lectura de los documentos, las casi 8 mil personas que colmaron el estadio polideportivo, se esperaba la actuación de Daniel Viglietti, de Vicente Feliú y de Rally Barrionuevo. También se especulaba con la probable actuación de Manu Chao, quien ayer se presentó en Mar del Plata y participó de una de las movidas de la contracumbre. Los más optimistas, incluso, se entusiasmaban con que Silvio Rodríguez zapara informalmente algunos minutos con algunos de los artistas que subirían al escenario.
La de Silvio Rodríguez es una de las actuaciones más esperadas por los participantes de la Cumbre de los Pueblos. Su subida al escenario sería tan sólo un aperitivo, ya que su actuación está prevista para hoy antes de que en el estadio mundialista hable el presidente venezolano Hugo Chávez.
Durante todos los días de la anticumbre, el acto en el que hablaría Chávez produjo no pocas negociaciones y otras tantas discusiones. Los organizadores del encuentro alternativo negociaron durante toda la jornada de ayer el destino final de la denominada jornada continental de repudio a George W. Bush. En una rueda de prensa realizada en horas de la tarde, Adolfo Pérez Esquivel, acompañado por Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Beverly Keene, de Diálogo 2000, el diputado Claudio Lozano, Mario Esman del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, anunció que las conclusiones de la Cumbre serían leídas antes del discurso de Chávez. Una fórmula que acercó posiciones entre los grupos que se identifican con el nucleamiento Argentina por una Patria Grande, que entre otros integra el diputado Miguel Bonasso, y los organizadores del encuentro de los pueblos.