[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

EDUARDO CURIA*.
“No son la panacea”
“Es probable que los acuerdos direccionados al tema alimentos hayan tenido su impacto, ésta es una de las únicas instancias en las que se los vio funcionar más claramente. Yo siempre he defendido los acuerdos, pero creo que tampoco son la panacea. Uno no puede creer que puede congelar a pleno los precios, porque los acuerdos, mientras más flexibles son, más durabilidad tienen. Este proceso inflacionario ya se insinuaba en los últimos meses, pero el equipo económico saliente se dejó primerear por la inflación y la empezó a correr desde atrás. La política fiscal se fue transformando de a poco en procíclica. En un modelo como éste, con alto crecimiento, una inflación del 8 por ciento no es mala. Lo que pasa es que el crecimiento tiene que ir acompañado por una política de ingresos que ate los salarios a la productividad y la competitividad y por una política fiscal disciplinada. La cuestión cambiaria hoy ya no pesa de manera directa. La política monetaria tiene que seguir siendo laxa, porque es lo que necesita este modelo.”
* Titular de CASE.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

MIGUEL BEIN*.
“Han sido exitosos”
“El nivel de la inflación en diciembre es preocupante, porque hablamos de un ritmo de más del 13 por ciento anualizado. Esto está por encima del objetivo de cerrar 2006 con el 11 por ciento. Los acuerdos de precios han sido exitosos, porque tuvieron detrás una acción política muy activa, pero la pregunta que uno se hace es si sus resultados son suficientes. Estamos ante un fenómeno difundido de inflación subyacente que debe combatirse con otros instrumentos. Me parece que se está atacando bien: aumentar el gasto público un 12 o 13 por ciento anual en vez del 25 que se esperaba es un buen reflejo del Gobierno. Es clave que el gasto se expanda tres o cuatro puntos menos que la recaudación. Igual me parece que en los últimos cuatro meses lo que impulsó la inflación fue el crecimiento: tuvimos una economía creciendo al 13 por ciento anualizado, y una economía a esa velocidad es inflacionaria. Yo tengo un pronóstico de punta a punta de 2006 del 11,5 por ciento, pero que se cumpla depende de la política fiscal.”
* Titular de la consultora Bein & Asoc.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

ROBERTO DVOSKIN*.
“Un elemento táctico”
“Los acuerdos de precios sirvieron porque se hicieron más seriamente esta vez que las anteriores y porque habíamos llegado a niveles de demanda que ya eran altos. De todos modos, los acuerdos sirven como elemento táctico pero no estratégico. Habría que trabajar con precios de referencia, como se hizo sólo en medicamentos; lograr que haya mecanismos de premios y castigos y no sólo acuerdos voluntarios. El desafío es cómo frenar los precios sin parar la actividad, y mejorando al mismo tiempo la distribución del ingreso. De lo que se trata es de administrar el crecimiento, no de frenarlo. La economía creció un 20 por ciento en los últimos años y los salarios crecieron apenas un poco más que la inflación, casi nada en términos reales. Esto quiere decir que alguien absorbió ese 20 por ciento y no fueron los asalariados. El gasto público no hay que frenarlo: hay que mirar cuánto ganan los docentes universitarios o cómo están la salud y la educación.”
* Universidad de San Andrés.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

OSCAR LIBERMAN*.
“Herramienta de transición”
“En el corto plazo los acuerdos pueden tener algún resultado, y hay que reconocerles un mérito parcial en diciembre. Pueden seguir en enero y febrero, porque son una herramienta de transición, pero no creo ni que la ministra lo piense seriamente para todo el año. Además el Gobierno es el único que no puso nada en los acuerdos. El problema es que estamos en un esquema que genera inflación. Los pesos que emite el Banco Central para sostener el dólar generan inflación, porque no se pueden esterilizar, y si va a seguir haciéndolo es preocupante. Igual la emisión convalida la inflación pero no la determina. Lo que la determina es la devaluación y la brecha entre IPC e IPM que se acumuló desde el fin de la Convertibilidad. El aumento del gasto público también la alimentó, y por eso el fondo anticíclico me encanta, aunque me gustaría más si estuviera mejor reglamentado para qué se va a usar. Coincido en que no hay que frenar la demanda agregada, pero el incentivo tiene que ir a la inversión y no al consumo.”
* Director de la Fundación Mercado.