Los carniceros tienen siempre una excusa a mano para subir los precios. Antes responsabilizaban a los consumidores porteños, quienes prefieren los cortes más chicos, y ayer esgrimieron que toda la culpa es de los productores. “Falta carne”, aseguró el vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, Eduardo Williams. “El mercado es el que manda y se estabilizó en estos precios”, explicó sin dejar de mencionar que si de los carniceros no dependiera, la carne ya hubiese bajado de precio. “Queremos que baje”, clamó Williams. “Queremos recuperar las ventas que hemos perdido”, insistió. Según el dirigente, el Gobierno debería analizar una posible rebaja de los precios con el resto de la cadena pero, de acuerdo con lo dicho, pierde el tiempo si pone la lupa sobre las carnicerías. Desde Economía no ocultan el enojo sobre esos comerciantes. Los funcionarios alegan que el margen de rentabilidad trepa al ciento por ciento, y culpan a carnicerías y supermercados por no trasladar al mostrador las rebajas que se vienen dando en el Mercado de Hacienda de Liniers.