El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró ayer que las futuras negociaciones del precio del gas con Bolivia “no van a condicionar bajo ningún aspecto el precio del mercado interno” por una cuestión de volúmenes diarios. La Argentina consume 130 millones de metros cúbicos por día e importa de Bolivia 4,5 millones de metros cúbicos, por lo que “el precio del gas que podamos arreglar con Bolivia no va a condicionar el precio del mercado interno”, insistió.

De Vido apuntó que no habrá ajuste de tarifas en el servicio domiciliario por la eventual suba en el precio del gas boliviano. Desde ese ministerio también se buscó refutar las afirmaciones respecto a que la Argentina paga menos por el gas boliviano que Brasil, el otro socio regional que importa 30 millones de metros cúbicos diarios del fluido. En ese sentido, funcionarios de esa cartera explicaron que “las diferencias no son de precio sino de calidad de producto” ya que la Argentina compra gas seco y Brasil gas con líquido lo que encarece el metro cúbico, por lo que se calcula que el precio relativo es similar.

En noviembre pasado Argentina y Bolivia firmaron un acuerdo para suministrar al país 7,7 millones de metros cúbicos diarios de gas durante este año, y se ratificó el compromiso de mantener el diálogo de integración energética. La intención argentina es garantizar mayores volúmenes del fluido desde Bolivia para garantizar el suministro al sector industrial, para lo cual propone la construcción del gasoducto del Nordeste. Bolivia posee las segundas mayores reservas de gas natural de Sudamérica sólo superadas por las de Venezuela, el primer productor de petróleo de la región.