Los asambleístas de Gualeguaychú convocaron para hoy a un “apagón y un cacerolazo”. No se tratará de una medida de protesta, sino más bien de un mensaje de alarma con miras a la reunión que mantendrán Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez. “Es para que recuerden que los entrerrianos no quieren la instalación de la papeleras en Fray Bentos”, explicó Ana Angelini, una de las asesoras legales de la Asamblea. Luego de los gestos de satisfacción que aparecieron el domingo, cuando Botnia anunció la paralización de las obras, ayer en Entre Ríos hubo un clima de escepticismo y preocupación. Los vecinos coincidieron en esperar al encuentro entre los dos mandatarios para dar alguna opinión sobre el futuro de las negociaciones. “Tenemos que estar más alertas que nunca. Ahora se abre un mundo de especulaciones. Por un lado, está la esperanza de que sea el principio de la solución definitiva al problema. Pero, por el otro, se puede caer en una larga negociación que nos lleve a quién sabe dónde”, señaló uno de los asambleístas, Gustavo Rivollier, sobre las expectativas que genera la reunión. Según evaluó, las dudas sobre el curso que pueda llegar a tener el conflicto son mayores ahora que antes. “Por ejemplo, llegan las discusiones de cómo será el estudio de impacto ambiental y quiénes lo harán. Sólo nos enfrentamos con dudas”, concluyó.