EL PAíS › CACEROLAZO CONTRA LAS PAPELERAS EN GUALEGUAYCHU

Apagón y ruido de protesta

Gualeguaychú, por una noche, se pareció a la Buenos Aires de diciembre de 2001. Vecinos y ambientalistas realizaron ayer un apagón y un cacerolazo para advertir que no abandonarán la protesta contra la instalación de las papeleras en Fray Bentos. En la marcha se usaron cacerolas, tambores y bocinas de los vehículos. La marcha había sido convocada bajo el slogan “Alerta Gualeguaychú” y se desarrolló sobre la Ruta 136, en el ingreso al puente General San Martín. “Son interminables caravanas de gente. La mayoría vino a pie, aunque también había autos. La gente golpeaba cacerolas, tambores, todo lo que podía golpear lo trajeron. Yo casi traigo a mi mujer”, dijo el ambientalista Pedro Pavón con pretensiones humorísticas. También hubo protestas en Colón, aunque ayer la asamblea ambiental perdió a tres miembros conocidos, Marina Páez, Luis Blanc y Silvia Echeverría, que se fueron por diferencias con el resto.

La protesta en Gualeguaychú había sido convocada cuando todavía estaba en los planes la reunión bilateral entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez. Se suponía que el cacerolazo representaría una advertencia a los presidentes, especialmente al argentino, de que los entrerrianos no archivarían definitivamente sus protestas. En algunos medios se llegó a citar supuestas declaraciones del ambientalista Pavón, en las que éste aseguraba que, si Kirchner se equivocaba hoy (por ayer), “el jueves arremeteríamos contra él”. En diálogo con Página/12, el propio Pavón se encargó de desmentir la versión: “Yo no dije eso. Al contrario, puse paños fríos en todo porque no tengo motivos para hablar mal del Presidente. No sé con qué intención se publicó esa noticia”.

Minutos antes de que comenzara el cacerolazo en Gualeguaychú, los comerciantes de la ciudad apagaron las luces de los comercios y marquesinas. Sólo quedaron prendidas las lámparas del alumbrado público. La oscuridad reinó entre las 20 y las 20.05. “Fueron cinco minutos. Todas las luces de la ciudad, menos las luces de calle. Los negocios se apagaron, aunque algunos comerciantes parecen solidarios porque están ahorrando luz. Cuando terminó el apagón, comenzó la manifestación por las calles del centro”, dijo Pavón. Mientras los vecinos comenzaban su cacerolazo, los habitantes de Colón empezaban el suyo. Luego se reunieron en la sede del salón parroquial. La idea era demostrar, según dijeron los organizadores, que “más allá de los avances que se han dado a nivel gubernamental, la sociedad no está de brazos cruzados”.

La protesta de Colón no logró ocultar las diferencias internas. Las disidencias saltaron a la luz tras la ruptura de tres miembros de la asamblea ambiental, quienes hasta ayer tenían bastante protagonismo. “Todo esto ha sido muy bastardeado”, argumentó Silvia Echeverría, una de los tres asambleístas que anunció su alejamiento. Desde el ámbito oficial, la abogada Romina Picolotti, que representa a la gobernación de Entre Ríos en la demanda contra las papeleras, anticipó que hoy a las 9 el gobernador Jorge Busti hará una exposición ante la Cámara Federal de Paraná. Allí insistirá con su reclamo para que se prohíba el paso de camiones con materiales para las empresas europeas Botnia y Ence.

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