Las homilías de Pascua se convirtieron en una oportunidad para que varios obispos católicos reiteraran su llamado al compromiso ciudadano y su preocupación por temas sociales, al tiempo que ratificaron la ya conocida posición de la Iglesia Católica respecto de la familia y el aborto. El cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, hizo una convocatoria al “encuentro” y a la búsqueda de la “esperanza” entre los hombres, y el obispo emérito de Viedma, Miguel Esteban Hesayne sostuvo que “la tarea pascual de quien se llame cristiano es ir pasando de la muerte a la vida recreando espacios de fraternidad ciudadana”. A pesar de los rumores que circularon durante el fin de semana respecto de una posible gestión facilitadora de los obispos católicos de ambas márgenes del Plata en relación al diferendo que Argentina y Uruguay mantienen con respecto a las industrias de pasta de celulosa instaladas en Fray Bentos (ver aparte), no hubo alusiones al tema en las homilías pascuales.

Fiel al estilo que ha caracterizado toda su labor pastoral el obispo Miguel Hesayne deseó feliz Pascua a la sociedad argentina y sostuvo que lo será “en tanto y en cuanto los participantes a las celebraciones litúrgicas pascuales escuchen el grito de los excluidos y nuestras comunidades parroquiales favorezcan organizaciones populares que promuevan canales de vida digna y se comprometan para que ‘nunca más’ haya quienes se alimenten de la basura que tira a la calle la gente satisfecha”. Para el obispo emérito de Viedma éste es un “pecado social al cual muchos católicos se han acostumbrado olvidando su propia responsabilidad de creyentes en el Resucitado que murió en una cruz para recrear la fraternidad y así glorificar a Dios”.

El arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, dijo en su homilía que “los chicos de la calle son un juicio social y moral que pesa sobre nuestra sociedad”. Arancedo, uno de los obispos que frecuentemente se ocupa de los temas sociales, sostuvo que “hay una responsabilidad pública y política en la falta de un orden justo y del bien común” pero que, sin embargo, “esto no debe eximirnos de nuestro compromiso de caridad y de solidaridad”. El obispo santafesino reclamó más presencia del Estado. “Faltan políticas de Estado –dijo– más allá del partido de turno” y agregó que “el Estado no debe estar ausente” en la búsqueda de soluciones. Para Carlos Tissera, obispo de San Francisco (Córdoba), “el amor concreto hacia los demás es solidaridad, honestidad, justicia, participación, servicio, disponibilidad, buen humor, unidad y paz”.

Otros obispos aprovecharon la ocasión de la Pascua para subrayar la doctrina católica sobre la familia y el aborto. El arzobispo de la capital cordobesa, Carlos Ñáñez, dijo que “hay que revalorizar a la familia, porque en ella está el futuro de nuestra patria y de nuestra comunidad”. Según Náñez “vivimos en una sociedad que no cuida la vida, que amenaza la vida, especialmente la de los que son más indefensos, los niños y los ancianos”. En directa alusión al tema del aborto, el obispo de San Justo (Buenos Aires), Baldomero Martín, afirmó que “los derechos humanos si no tienen en cuenta a todo el hombre y a todos los hombres, desde su concepción hasta la muerte natural y en todo su recorrido, se convierten en derechos torcidos y denigran su dignidad como persona”.

Por su parte, Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, afirmó que “la Pascua debe llevarnos a la identidad, a la definición, a la concreción y a ordenar vida, costumbres, actitudes y posiciones”. Porque “la cultura de la vida opuesta a la cultura de la muerte, (disolución, aborto, eutanasia, género, injusticia, corrupción, abandono de la cultura del trabajo, etc.) deben ser para cada uno de nosotros una toma de posición”, dijo. Para el nuevo obispo de Zárate-Campana, Oscar Sarlinga, “no podemos construir comunidad cristiana, ni humanidad nueva, esto es, renovada en el amor, sin la presencia del Resucitado. Los mismos valores, que en sí son constructores de comunidad y sociedad, se verían vaciados sin una dimensión trascendente, esto es, sin un contenido religioso”.