“Hubiera sido mucho mejor que en este momento y en este tiempo histórico que estuviéramos conversando con nuestros hermanos argentinos, con Brasil, con los países de la región, para emprender en conjunto el desarrollo de la cadena agro-industrial forestal.” Con estas palabras el presidente Tabaré Vázquez se refirió al conflicto de las papeleras inaugurando su gestión en la cumbre de Viena. El mandatario no dejó lugar a dudas sobre cuál es el objetivo de su viaje. Indudablemente, en su agenda ocupará un lugar estelar el diferendo con Argentina, al que buscará “situar en el plano internacional” el conflicto por las papeleras.

Hace tiempo Uruguay viene insistiendo con correrse de los límites bilaterales y plantear el tema como un problema regional. Y el encuentro que reúne a los dirigentes de la Unión Europea y del Mercosur –según estimó el mandatario– se torna el más propicio para su estrategia. En ese sentido, Vázquez recordó que mantendrá reuniones –a las que calificó como “importantes”– con los mandatarios de los países de origen de las empresas: con la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, y con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

También hablará del asunto con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, cuya mediación ya fue rechazada por Argentina. En realidad, Kirchner también tendrá una cita con el funcionario, pero desde el Gobierno aseguraron que no se tocará el tema. El temor de la Casa Rosada es que una intervención afecte la presentación ante La Haya. Por el contrario, Tabaré volvió a insistir en que se reúne con Annan para hablar sobre el conflicto. Al ser consultado, aseguró: “Seguramente de este tema vamos a estar hablando en todas las reuniones bilaterales. Con mucha firmeza vamos a seguir defendiendo la posición de Uruguay con respecto a este lamentable conflicto”.