“Fue una buena señal”, elogiaron ayer desde el gobierno uruguayo. Se referían al viaje relámpago de la senadora Cristina Kirchner a Montevideo, quien ayer a la mañana voló a la otra orilla para participar del segundo seminario sobre la “Comunidad Sudamericana de Naciones”. Para la administración de Tabaré Vázquez, la visita de la esposa del Presidente fue interpretada como un gesto de acercamiento a una semana que terminaran las audiencias ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya por las papeleras de Fray Bentos. La propia senadora no dio demasiada información sobre su breve estadía en Uruguay (estuvo cinco horas): “Fue una reunión protocolar”, dijo a los periodistas a la salida de la reunión del Palacio Santos, sede de la Cancillería uruguaya.

Cristina Kirchner llegó acompañada por el subsecretario de Política Latinoamericana de la Cancillería, Leonardo Franco. En Montevideo la recibió el embajador argentino, Hernán Patiño Meyer, quien también participó del encuentro. Por Uruguay estuvo el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández; mientras que Brasil y Venezuela estuvieron representados por el asesor en política exterior de Lula, Marco Aurelio García, y el ministro de Integración y Comercio Exterior del gobierno de Hugo Chávez, Gustavo Márquez. La reunión convocó también a representantes de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Venezuela y, como anfitrión, por supuesto Uruguay.

Luego de compartir un almuerzo y seguir con los plenarios, Cristina Kirchner regresó a Buenos Aires. Antes de partir, contó que el secretario de la Presidencia uruguayo le transmitió saludos de parte del mandatario anfitrión. “Vino a saludarme y a traerme los saludos del presidente Tabaré Vázquez, nada más. Fue absolutamente protocolar”, aseguró. Por su parte, el funcionario uruguayo calificó su charla con Cristina Kirchner como un “encuentro de cortesía”. “Enterado de la presencia de la señora Kirchner, aquí hemos concurrido a saludarla y le traje cariños del Presidente”, aseguró.