Sábado, 17 de marzo de 2007 | Hoy
CONTROLADORES
La denuncia que Enrique Piñeyro presentó ante la Justicia –que coincide con el reclamo de los controladores– sostiene que existe riesgo de colisión de aviones por el deficiente funcionamiento del radar. Esto obedecería a las siguientes razones:
- Los controladores de Ezeiza veían, hasta que el radar fue dañado por un rayo, dos ecos, uno primario y otro secundario. El primario es un punto sin información, que indica sólo la existencia de una nave. El secundario indica el número de vuelo y la altitud del avión.
- Cuando falla uno de los dos ecos, el controlador se guía en la pantalla por el otro. Como desde el 1º de marzo no funciona el radar primario, ante una eventual falla del secundario, el controlador se encontrará con que de un momento a otro desaparecieron todos los aviones de la pantalla.
- En ese momento, los aviones tendrán una separación entre sí como si el radar funcionara: podrán estar a la misma altitud, cosa que no ocurriría si estuvieran operando en forma manual.
- En el momento de la falla habrá en el terminal Baires (50 millas a la redonda desde Ezeiza) más aviones de los que el sistema tolera sin control radar. Ante esa situación, el controlador no tiene forma de reconstruir el cuadro de situación previo a la falla, ya que muchas veces puede tener entre 10 y 20 aviones en la pantalla.
- Piñeyro aportó como pruebas ante el juez Norberto Oyarbide, que recibió su denuncia, copias de libros de novedades de la central de Control Aéreo de Ezeiza, donde los controladores dejaron constancia de numerosas fallas en el sistema, como defasajes entre la posición real de los aviones y la que marcan las pantallas de hasta 13 grados.
- Operar con esos defasajes y un radar que falla constantemente, dice Piñeyro, “pone en gravísimo riesgo la seguridad y la vida de bienes y personas”.
DEFENSA
La ministra de Defensa, Nilda Garré, calificó de “destempladas” e “inexplicables” las críticas de los controladores y los pilotos al funcionamiento del radar. Para la explicación técnica, encomendó a Francisco Palano, director del Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación, donde se capacita a los controladores, quien explicó:
- El control del tráfico aéreo depende básicamente del radar secundario, que funciona con normalidad desde el sábado 10.
- El radar secundario no necesita de un back up, ya que cuenta con canales duplicados, de manera que si falla un canal, la información se transfiere al otro. Actúa como si tuviera dos receptores y dos transmisores.
- El funcionamiento del control aéreo con un radar secundario, tal como está funcionando, está de acuerdo con las normas que establece la Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI).
- Si el radar secundario funcionara en forma deficiente, las autoridades dispondrían el control de vuelos “manual”, es decir, guiado por medio de comunicaciones de radio entre el comandante de la nave y el operador en tierra. Ese procedimiento también está avalado por la OACI y de hecho se aplica en aeropuertos latinoamericanos que no cuentan con radar.
- Los desplazamientos que se verifican en la pantalla entre posiciones reales y posiciones virtuales están dentro de los márgenes tolerables. (Palano no detectó desplazamientos superiores a los 5 grados.)
- Ni el Ministerio de Defensa ni la Fuerza Aérea tienen interés en hacer funcionar el sistema mediante radar si existiera el menor riesgo, y no tendrían inconveniente en disponer la operación manual en caso de requerirse. Por lo cual, no hay razón para poner en riesgo la seguridad de las personas.
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