Desde Córdoba

Sin la presencia del cuestionado gobernador José Manuel de la Sota, con León Gieco cantando “La memoria” y la participación de todos los organismos de derechos humanos nacionales y provinciales, el presidente Néstor Kirchner encabezará hoy, desde las 11, el acto oficial por el golpe del 24 de marzo, en el cual el Estado nacional entregará a la provincia el predio militar donde funcionó del ’76 al ’79 el campo de concentración y exterminio La Perla, ubicado en los terrenos de la IV Brigada Aerotransportada del Tercer Cuerpo de Ejército, sobre el camino que une Córdoba con Carlos Paz. El que fuera el centro de detención más grande del interior del país se convertirá así en un Museo de la Memoria. Con la intención de opacar el acto, ayer circularon versiones de que desconocidos habían producido destrozos en las instalaciones, información que fue desmentida por el jefe del Tercer Cuerpo de Ejército.

El general Luciano Benjamín Menéndez nunca imaginó que lo que fue su máquina secreta de matar se convertiría hoy en otro espacio de la memoria de los “enemigos” que con saña se encargó de exterminar cuando ocupó el cargo de comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, entre septiembre de 1975 y el mismo mes de 1979. Este hecho, emblemático para todas las víctimas del Proceso, se hará realidad hoy cuando Kirchner aterrice en helicóptero en la Escuela de Aviación, a pocos kilómetros del acto, y de ahí parta rumbo al predio donde funcionó, entre febrero de 1976 y septiembre de 1979, La Perla. El centro clandestino sólo comparable en monstruosidad con la ESMA o Campo de Mayo.

Aunque de gran simbolismo por todo lo que significó para los cordobeses ese lugar, enclavado a la vera de la autopista que comunica la ciudad de Córdoba con Carlos Paz, el acto será sencillo y no muy largo. Según los organizadores, sólo Kirchner y un trío integrado por los organismos de derechos humanos de Córdoba serán los encargados de hablarles a las más de diez mil personas que se espera que participen de un día histórico.

El Presidente insistirá con el reclamo a la Justicia federal para que no se demoren las causas, tal como lo hizo a principios de marzo en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, y resaltará la importancia del traspaso de las treinta y seis hectáreas de La Perla a manos de la provincia. El futuro Museo de la Memoria seguramente será gestionado (el proyecto está en pleno debate) por los organismos de derechos humanos cordobeses.

Como ninguno de los organizadores quería que el acto se politizara en función de las campañas electorales, los palcos con autoridades quedarán relegados a un segundo plano. En lo que actualmente es una cancha de fútbol, al pie de la loma donde se ubican las instalaciones de La Perla, pegado a la ruta, estará el escenario principal ocupado por Kirchner, los sobrevivientes del terrorismo de Estado y los miembros de los organismos que leerán en forma conjunta un documento. En otro palco se ubicarán los funcionarios nacionales y los organismos de derechos humanos, liderados por Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, y en un tercer palco las autoridades políticas, entre las cuales estarán el vicegobernador, Juan Schiaretti, y el intendente Luis Juez. El gobernador De la Sota decidió no asistir por la presión ejercida desde distintos sectores políticos y sociales de Córdoba.

Los organismos de derechos humanos recuerdan la participación de De la Sota en el debate que envolvió el acto del 24 de marzo de 2004 en la ESMA, cuando cuestionó a las Madres de Plaza de Mayo por “no cuidar a sus hijos”. Ahora se excusó por su faltazo mediante una carta dirigida a Kirchner en la que dice que “lamentablemente no podré estar a su lado (...) para rendir homenaje a nuestros héroes y mártires en la lucha por la democracia”.

Sobre la recorrida al campo de concentración ayer circuló la versión de que “desconocidos” habían destrozado una parte de lo que fuera “la cuadra”. Es más, en ámbitos militares circuló off the record la especie de que hoy podría haber “quilombo”. Rumores que fueron desmentidos por el jefe del Tercer Cuerpo, general Gustavo Shurlein, quien ayer entregó a Gendarmería el cuidado del predio, ya que será ésta la fuerza encargada de la seguridad del acto.