El último capítulo en el caso Skanska se podría titular “La carta robada”. El juez penal tributario Javier López Biscayart le reclamó a la empresa el original de un memo interno clave en la investigación, pero la compañía le contestó que “no está”. Aquella comunicación señalaba a Néstor Ulloa, gerente de Nación Fideicomisos, como quien recomendó la contratación de Infiniti Group SA, una proveedora de facturas falsas usadas por la empresa sueca para aparentar gastos en la construcción del Gasoducto Norte. La causa ahora avanza también sobre otras sociedades que facilitan facturación trucha y el magistrado podría disponer nuevas detenciones. Entre las firmas se encuentra Sol Group, la que según denunció el diputado Miguel Bonasso era utilizada por el gobierno porteño para tercerizar publicidad como pantalla para “cobrar retornos”.

López Biscayart investiga una megamaniobra de evasión tributaria en la que están detenidos dos socios de Infiniti Group, Adrián López y Miguel Hérnandez, y el contador Alfredo Grecco, señalado como quien funcionó de nexo entre esa firma y Skanska. Grecco, en realidad, quedó preso por incumplir una obligación de presentarse en el juzgado y ayer apeló. Seis ex directivos de la multinacional sueca que habían sido arrestados el martes fueron liberados al día siguiente a la noche.

Uno de los ex gerentes que pasó una noche entre rejas es Alejandro Gerlero. En una auditoría interna de la empresa aparecía como autor de un memo que decía que el Fideicomiso Nación, a través del “contador Ulloa”, le había sugerido a Skanska los servicios de Infiniti para la ampliación de una planta compresora del Gasoducto Norte, impulsada por el Ministerio de Planificación Federal. El Fideicomiso financiaba la obra. Al ser indagado anteayer, Gerlero dijo que la firma que figuraba en el documento interno no era suya, que él no escribió el polémico texto y que no era Ulloa quien debía recomendarle a quién contratar.

En medio de la indagatoria, el juez estuvo a un paso de allanar una vez más la sede de Skanska en busca del original del memo, pero se topó con que allí había un operativo del juzgado de su colega Guillermo Montenegro, que desde la semana pasada investiga las coimas en el mismo caso. Entonces López Biscayart pidió el papel directamente sin armar un procedimiento. La sueca contestó que no lo tiene. El magistrado exigió que se presentara el actual presidente de la empresa, Hernán Morano, que no le esclareció demasiado, según fuentes judiciales. A menos que la haya llevado Montenegro en sus allanamientos, una pieza importante está faltando.

El relato de Gerlero tuvo coincidencias con la presentación espontánea que a mediados de marzo hizo Ulloa, después que López Biscayart señaló en un escrito su posible papel como nexo entre el proyecto del gasoducto e Infiniti. Por entonces, aseguró que él no le recomendó a Skanska contratación alguna y sugirió que ésa era una función de Transportadora Gas del Norte (TGN), la gerenciadora del gasoducto.

En sus primeros allanamientos a Skanska, López Biscayart secuestró al menos 118 facturas apócrifas, que no sólo pertenecían a Infiniti sino a 23 empresas distintas. Ahora va por sus gerentes, a quienes perseguiría y podría detener por asociación ilícita fiscal. Mientras tanto, otros ex directivos de Skanska con pedido de captura, que no fueron hallados por la policía, están en proceso de pagar su fianza y luego serían indagados.