Ginebra es testigo de otro round entre la CGT y la CTA. Y todo a partir de la traducción de una palabra que figura en la resolución de la Comisión de Normas de la Organización Internacional del Trabajo. La semana pasada se dijo que esa comisión “urgió al Gobierno a que responda sin más demoras el pedido de personería gremial de la CTA”. Pero desde el Ministerio de Trabajo y la propia central de Hugo Moyano aseguraron que erróneamente se utilizó la palabra “urgió” y, finalmente, lograron modificarla por la más suave “exhortó”.

La CTA reclama desde hace más de quince años que se modifique la Ley de Asociaciones Sindicales, que regula la actividad gremial en el país. La norma ya ha sido cuestionada en la OIT por ser “incompatible” con las recomendaciones de esa organización internacional.

La representación de la CGT en Ginebra dejó clara ya su postura contraria a que se le otorgue la personería gremial a la CTA. Así lo hicieron saber Gerardo Martínez y Héctor Recalde. Además del líder de la construcción y al abogado cegetista, están en la OIT Andrés Rodríguez (UPCN), Enrique Venturini (viajantes) y Omar Suárez (marítimos).

Según el asesor legal de la CTA, Horacio Meguira, “el término ‘urgió’ ya lo utilizó la comisión de expertos en el informe 2006. Esa es la terminología que utiliza también el Comité de Libertad Sindical, y recuerdo que aún está pendiente la denuncia oportunamente presentada por la CTA por la dilatación de los trámites de su personería gremial”.

Para Meguira existieron presiones para modificar la traducción de la palabra, pero –consideró– “lo que no pudieron cambiar (la CGT y el Gobierno) es la bruta derrota que tuvieron en la OIT”.