A través de un comunicado en su página web, la compañía finlandesa Botnia informó a sus inversores que la planta de Fray Bentos está “prácticamente finalizada”, aunque indicó que la pastera montada sobre el margen oriental del río Uruguay recién comenzará a producir “una vez que concluya el proceso de permisos” ambientales ante el gobierno uruguayo, que aún se encuentran en trámite. En tanto, el ministro de Vivienda y Medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, confirmó que su gobierno espera conocer un informe medioambiental de la propia empresa antes que los técnicos estatales autoricen el inicio de la producción de pasta de celulosa.

El escueto comunicado de Metsa Botnia puso la pelota en campo del gobierno uruguayo en el camino para empezar a producir pasta de celulosa. La compañía finlandesa había anunciado que la pastera de Fray Bentos entraría en funcionamiento en el último trimestre de este año. Un plazo que aún no se ha vencido. “La planta comenzará con su producción una vez que la autorización ambiental, la cual se encuentra en proceso de tramitación, le sea otorgada”, precisó el sitio en Internet de la empresa, en un texto presuntamente dirigido a sus inversores.

De esta forma, la firma sostuvo que “está trabajando conjuntamente con las autoridades correspondientes a los efectos de concluir con el trámite relativo a la autorización, luego del cual la planta se pondrá en marcha”, agrega el comunicado redactado y emitido desde Helsinki.

El gobierno uruguayo, que había defendido a rajatabla las condiciones tecnológicas y de seguridad de la planta que Botnia construye en Fray Bentos, ahora quiere tomar su propios recaudos. Sobre todo después de que se detectaran anomalías en algunos aspectos de la construcción, como fisuras en las piletas de tratamiento de los desechos y que la propia compañía reconociera fallas en la seguridad, que habían provocado la fuga de gases tóxicos. Aunque funcionarios uruguayos y empresarios fineses sólo admitieron que la emanación de gases afectó a algunos operarios y unos “pocos metros” alrededor de donde se produjo la falla.

La empresa “debe enviar un informe ambiental para ser estudiado por los técnicos del Estado antes de que se decida si se otorga la habilitación final o no a Botnia”, afirmó Arana después de una reunión del Consejo de Ministros con el presidente Tabaré Vázquez.

El gobierno uruguayo sabe que la puesta en marcha de la planta de pasta de celulosa tensará al máximo la relación con Argentina, más allá de las intención del facilitador de la corona española, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, de mantener el diálogo entre ambos países y de la disputa judicial ante el Tribunal Internacional de La Haya.

La decisión final del gobierno de Tabaré Vázquez podría prolongarse hasta después de las elecciones presidenciales en la Argentina, para evitar otro tipo de cimbronazos con el gobierno de Kirchner. En tanto, de este lado del río Uruguay, los asambleístas entrerrianos saben que se aproxima ese día y empuja al gobierno a tomar definiciones más firmes.