“Los que estamos enojados somos nosotros”, dijo ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, otra vez encargado de manifestar públicamente el malestar del Gobierno por el caso del “valijero”. Así, luego de recordar que “en Estados Unidos nadie está investigando por qué se intentó ingresar una valija con 800.000 dólares”, con el mismo tono insistió en el pedido de extradición: “Si Estados Unidos quiere colaborar con esto, lo mejor que puede hacer es mandar a Guido Antonini Wilson, que está siendo reclamado por contrabando y lavado de dinero”, aseguró. Al mismo tiempo, la Justicia argentina, en una decisión tomada por la jueza en lo Penal Económico María Marta Novatti, requirió a Interpol que pidiera información a sus pares estadounidenses. El objetivo, aseguran, es incorporar a la causa local las declaraciones de los cuatro detenidos en Miami referidas al destino que se le iba a dar al dinero que el venezolano-estadounidense intentó ingresar al país.

De este modo, Fernández renovó los cuestionamientos a los Estados Unidos. Su reclamo esta vez se centró en el pedido de autorización para que Antonini Wilson sea juzgado en el país y su fundamento radicó en el hecho de que “el caso lo detectó la Aduana” argentina y que son “los tribunales argentinos los que están reclamando desde hace tres meses su presencia”.

En ese sentido, dijo que “lo que hay que tener en claro es que en Estados Unidos no están investigando otra cosa que no sea la presencia de agentes extranjeros que no denunciaron su condición”, en referencia a los tres ciudadanos venezolanos y un uruguayo detenidos. “Los Estados Unidos con esta acción de sus fiscales, que son funcionarios del Poder Ejecutivo, han logrado que Antonini Wilson deje de ser un imputado y pase a ser una víctima”, agregó. Así, con un dejo de resignación, el funcionario explicó que el ciudadano venezolano-estadounidense “ha dejado de ser un acusado para convertirse en un testigo protegido. El efecto de esto es que nunca será extraditado”.

En una entrevista radial, al ser consultado por el futuro de las relacionas entre ambos gobiernos tras el hecho, Fernández respondió: “Ojalá que Estados Unidos quiera preservar la relación con Argentina y que haga lo necesario para que el país pueda investigar de dónde venía, adónde iba este dinero y la forma de permitirlo es autorizando la extradición de Antonini Wilson”. Y añadió: “La globalización no nos convierte en sujetos pasivos que deban tolerar cualquier cosa de los centros del poder mundial”.

Ya la semana pasada, el jefe de Gabinete había fijado la posición del Gobierno respecto del caso al acusar a los Estados Unidos de realizar una “operación de inteligencia” para intentar perjudicar la relación entre Argentina y Venezuela.

Por su parte, los fiscales a cargo de la causa por el hallazgo del maletín en el Aeroparque Jorge Newbery enviaron un exhorto a sus pares estadounidenses para “confirmar” los datos obtenidos por la Justicia de ese país. Según explicaron, el objetivo será “incorporar esas pruebas a la causa que se sigue en Argentina, y eventualmente pedir citaciones en base a esa línea de investigación”. El pedido de los fiscales María Luz Rivas Diez y Mariano Borinsky enviado a sus pares de Estados Unidos no tiene necesidad de pasar por las manos de un juez, en base a un tratado de cooperación penal ratificado por ambos países y enmarcado en la ley 24.034. En el envío diplomático se pide que se confirme la información publicada en la prensa, referida a las declaraciones de los detenidos en Miami sobre el destino que se le iba a dar al dinero.

En la misma línea, además del pedido ante la Interpol, ya está en manos de Novatti otro exhorto donde se solicitará a Estados Unidos que se informe, en base a la numeración de los billetes secuestrados en Argentina, cuál fue su origen. La Justicia busca establecer si fueron sacados de alguna entidad bancaria o financiera de ese país por Antonini Wilson o alguna otra persona vinculada a la maniobra.