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Fotos, carnets, diarios, manuscritos: una parte de los archivos legados hace dos años por Ingmar Bergman al Instituto del Cine de Suecia fue reunida en una exposición que permite comprender más profundamente la génesis de la obra del gran cineasta y director teatral sueco. Ingmar antes que Bergman será inaugurada el 27 de agosto en Helsinki y viajará posteriormente a París, Roma y Turín. Se trata de la primera “extracción” de los 45 cajones de documentos entregados en 2001 por el autor de El séptimo sello al Instituto. Uno de los cajones, por ejemplo, contenía un carnet en cuya tapa gris figura un diablo rojo dibujado a mano y un título: Fanny y Alexandre.
Bergman cumplió 85 años el 14 de julio, y los archivos en cuestión datan de los años 1938-1946, es decir que permiten por primera vez tener una imagen del adolescente que, por entonces estudiante, escribía ya abundantemente. “De Bergman se tiene mucha documentación, pero en este caso se trata de material totalmente nuevo”, explica Aina Bellis, a cargo del proyecto. “Se puede comprender lo que tenía en mente. Y nos damos cuenta de que los temas de sus películas estaban ya muy presentes”, agrega. Maaret Koskinen, crítica y profesora de cine de la Universidad de Estocolmo, recuerda el día de 1998 en el que Bergman la llamó por teléfono. “Me propuso uno de sus textos y luego me dijo casi de paso: ‘Tengo una habitación llena de material en mi casa de Faroe (isla del mar Báltico). Es un total desorden’”, contó Koskinen. En junio de 2000 se trasladó a Faroe, segura de encontrar allí un tesoro, las claves para comprender más profundamente a Bergman. Este le dio carta blanca. Durante seis meses la especialista leyó, seleccionó, se entusiasmó. “Si encuentra un camión, puede llevárselo todo”, le dijo finalmente el maestro.