ESPECTáCULOS › INTIMA, UNA AGRUPACION QUE UTILIZA “SEMAFOROS DE LA MEMORIA”
“La electrónica no es pasatista”
Se definen como “una banda flexible”, adaptable a la discoteca y al escenario de concierto. Con herramientas de música electrónica, samplean e injertan voces y discursos de fuerte impacto político.
Por Pablo Plotkin
Sobre la marcha de un punk electrónico tipo Prodigy, el vocalista invitado Orge repite un slogan del rezongo: “Estoy harto del estado de las cosas”. En Intima, las palabras ocupan el lugar de “unidades motivadoras” o “pequeños semáforos de la memoria”, según definen ellos. Son mensajes que “puede repetir cualquier persona en la calle”, que encarnan sensaciones inmediatas del presente, aunque provengan del pasado: la puteada de Federico Luppi en Plata dulce, un discurso catártico de Hebe de Bonafini, la diatriba de un rapero suburbano (el Maestro Jodido) o la transmisión del alunizaje del Apolo XI, en 1969. Más allá de la carga textual, el peso semántico recae en la sonoridad de las voces, sampleadas e injertadas a modo de instrumentos de impacto político.
Intima se define como “una banda flexible”, adaptable a la discoteca y al escenario de concierto. Formados en la tradición de los instrumentos tangibles, sus integrantes se vieron afectados por parte de la música electrónica de mediados de los noventa (el drum’n’bass, el breakbeat, el trip hop) y, tres años atrás, se unieron para llevar esos ritmos al formato de grupo. Salvador Reynoso (DJ y programador), Sebastián Cohn (bajo), Víctor Volpi (guitarras y samplers) y Carlos Solá (batería) nunca dieron con un cantante convincente, pero a la vez ese desencuentro los llevó a revalorar el aspecto instrumental de la propuesta. “No es casual que la música que hacemos se catalogue desde lo rítmico: drum’n’bass (batería y bajo)”, señala Víctor.
Hoy a las 22, en Podestá (Armenia 1740), Intima presentará su primer disco larga duración –Niño bomba–, con Bad Boy Orange como artista invitado (en www.in timanet.com.ar. se consiguen pases gratis). Detrás de ese título explosivo y una tapa con el plástico agujerado, el tema que le da nombre a la obra es una especie de murga industrial, o hip hop carnavalero, con el MC Maestro Jodido invitando a todo el mundo al baile. “Nos gusta la actitud de los artistas del hip hop argentino, que pertenecen a un ghetto musical marginal, y sin embargo su objetivo es que la gente baile, que la pase bien. Y nosotros también. No queremos ver a gente parada mirándonos con cara seria. Nuestros ritmos son contagiosos.” La pregunta es si la recarga discursiva, aun incrustada en una plataforma electrónica a veces oscura, a veces exultante, no atenta contra la libertad sensorial que caracteriza al género. “Se supone que la electrónica es pasatista o que sólo puede escucharse en un ámbito de discoteca. ¿Por qué debería ser así? Son géneros que surgen de garajes de Europa, de barrios bajos de Estados Unidos, tienen que ver con una tradición de movimientos sociales.”
Ya en su primer EP –Intima–, la banda apelaba a grabaciones antiguas para explicitar la densidad de las piezas. El discurso de Fidel Castro al cabo del triunfo de la revolución cubana; la oratoria de Martin Luther King y un registro de la abstención argentina en Naciones Unidas cuando se votaba la conformación del Estado de Israel. Lo más estremecedor en términos de conciliación música-texto, sin dudas, era “Fetiche”, el tema que contiene la voz de Castro. “No podíamos dejar de hacer lo de Fidel”, dice Víctor. “Porque cuando pusimos el vinilo con el discurso sobre la pista se produjo algo increíble: eran dos grabaciones completamente lejanas entre sí que, juntas, generaban un efecto muy poderoso. Parecían haber sido hechas la una para la otra.”
La abstención del gobierno argentino en la ONU, al igual que el insulto de Luppi que sintomatiza la época de plata dulce, responden a esa idea de “pequeños semáforos de la memoria”. “Cuando se vota la conformación del Estado de Israel, al representante argentino lo tienen que llamar dos veces. En un conflicto internacional de semejante magnitud, la Argentina se abstiene, no va para un lado ni para el otro. Es muy significativo.” Carlos advierte que, con tantos discursos sampleados, el grupo corre el riesgo de plantear un juego del tipo “adivine quién es el próximo cantante”. La clave está en emplear el recurso “con estilo y concuentagotas”. De lo contrario, Intima sería la versión drum’n’bass de “Televisión Registrada”. “Es muy fácil poner a Menem diciendo diez mil estupideces, pero sería algo frívolo”, observa el baterista. “Y eso es lo que menos nos interesa.”