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La topografía de la ciudad se transforma, y no hay sensación térmica bajo cero que impida los cambios. La postal urbana que ofrece las vacaciones de invierno se parece a una Babel bulliciosa y ecléctica, pensada para satisfacer los deseos y demandas de los chicos que toman las riendas de la casa y de las salidas. El menú y sus variantes –comedias musicales, obras de teatro de títeres y de clown y los recitales– no siempre se adapta al bolsillo de una familia tipo, pero nunca faltan los espectáculos a la gorra, o con entradas que no superan los cinco pesos, para tratar de compensar a todos. La calle Corrientes, apenas unas cuadras antes de Callao hasta el Luna Park, es uno de los grandes escenarios en donde se dirime buena parte de los éxitos o fracasos, azuzados desde los programas de televisión. Los chicos y los adultos cumplen a rajatabla el mandato de la temporada: hacer las colas para ver al personaje del momento, Florencia Bertotti y su Floricienta, o a Panam, la ex vedette devenida en Barbie inefable, que canta, baila y apela a un estrecho caudal de diminutivos para dirigirse a su platea. Los personajes de la literatura clásica adquieren carnadura en las salas teatrales y continúan operando en el imaginario infantil con el encanto de lo que perdura, aunque sea con otros ropajes y efectos, como sucede con Peter Pan, Hansel y Gretel, Alicia y Pinocho, entre otros. Página/12 propone un recorrido por los estrenos del circuito comercial, oficial y alternativo, las reposiciones y los espectáculos gratuitos o a la gorra.
Peter Pan y Alicia
Si está cerca del Obelisco, en el teatro Opera (Corrientes 860), Diego Reinhold interpreta a un maravilloso Peter Pan que invita a los espectadores a volar, y les demuestra que, con una pizca de imaginación, el cuerpo y la mente son capaces de suspender las leyes de la gravedad. Cruzando la avenida se presenta Floricienta en el teatro Gran Rex (Corrientes 857), una obra que prolonga el fenómeno que genera Florencia Bertotti desde la pantalla televisiva. Como en el juego de la oca, se puede tirar la ficha y caminar hasta Esmeralda y Corrientes, donde se presenta Alicia, un ballet con coreografía de Oscar Araiz y vestuario de Renata Schussheim, inspirado en el emblemático personaje creado por Lewis Carroll. Estrenada en el Grand Theatre de Ginebra, ésta es la primera vez que Araiz la presenta en Buenos Aires, en el teatro Maipo (de lunes a viernes a las 16, y los sábados y domingos a las 15). Como todo clásico, María Elena Walsh nunca está ausente a la hora de las opciones. En el teatro Broadway (Corrientes 1155), la dupla conformada por Fabián Gianola y Anita Martínez se sumerge en el mundo de El reino del revés. El muñeco de madera que le crece la nariz si miente, Pinocho, revive todas las tardes en el escenario del teatro Nacional (Corrientes 960).
Esos pequeños provocadores
No es necesario rumbear para otros barrios si los chicos piden títeres. A lo sumo, deberá comenzar a transitar por Corrientes y Callao o arrimarse hasta Libertad y Córdoba. Los títeres de Teodoro y la luna, estreno de esta temporada (a cargo del grupo de titiriteros del teatro San Martín) o La flauta mágica (creación de Gabriela Marges), que desde el año pasado se presenta en el teatro Cervantes, con sus muecas hondas, tiernas y provocadoras, se escapan de las manos de sus manipuladores y cobran vida propia. En el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543) hay por lo menos cuatro propuestas de teatro de títeres y objetos: la obra folclórica Lucinda, la gauchita, Hay que esconder el elefante, Martín le yerró fiero, una versión del poema de José Hernández, y la obra de teatro negro Calidoscopio. Poniendo proa al barrio de San Telmo, está el museo del títere Mane Bernardo: además de las visitas guiadas, desde el lunes19, la entrañable titiritera y ciudadana ilustre Sarah Bianchi ofrecerá Travesuras gatunas, mientras que el grupo El Barrilete continuará presentando Mi amor es un colador. Y quizás, a modo de yapa, Bianchi muestre a su inseparable compañera, el títere Lucecita.
La poesía del clown
En La Boca, más precisamente en la sala del Teatro de la Ribera (Pedro de Mendoza 1821) andan sueltos los Fulanos de Gerardo Hochman, una creación que se nutre del circo, el clown y las sutilezas de la danza. Por Colegiales (Córdoba 6056), en cambio, el integrante de Los Macocos Daniel Casablanca ideó un espectáculo, Granadina, el mundo de Federico, de fuerte impronta clownesca, para homenajear a Federico García Lorca. Utilizando muchos de los textos del autor de Romancero Gitano, la obra dirigida por María Romano dispara la idea del juego y la representación. En el corazón de Villa Crespo (Corrientes 5965), Historia de un pequeño hombrecito –versión libre de la obra de Barbro Lindgren–, interpretada por Pablo de Nito (ganador del premio Trinidad Guevara 2003 como mejor actor de reparto por El cuidador), plantea las peripecias de un hombre que se siente solo, pero que intenta desesperadamente comunicarse con los otros. Ahora con producción de Cuatro Cabezas, Los Cazurros regresan al teatro con Juego divino (remixado), un espectáculo que reivindica el juego como elemento imprescindible del ser humano, y se preparan para desembarcar próximamente en la televisión con programa propio. Entre las reposiciones, Cosas de payasos y Guillermo Tell certifican la eficacia de dos de las mejores obras de la cartelera infantil del año pasado.
Vamos las bandas
Los grupos y solistas que se dedican a la música infantil están gestando otra identidad en el repertorio musical: mejor calidad sonora, vocal, mayor diversidad de arreglos, riesgo por la experimentación y, en algunos casos, una puesta en escena que los arrima a las orillas del teatro, como Caracachumba, que sigue presentando Caracachumba está de diez (en Corrientes 1551) o Al Tun Tun, que ofrece una puesta en escena de sus canciones en Musiquitas de colores. La aplanadora del rock para chicos, Papando Moscas, liderada por Gustavo Libedinsky, presenta Sacando canas verdes en el C. C. Borges (Viamonte y San Martín). El uruguayo Rubén Rada, como lo hizo el año pasado, arremete con la energía de sus candombes y ritmos electrónicos en Rubenrá (Ateneo, Paraguay 918). La novedad viene de la mano del CD Cartón y aserrín, editado por niños cordobeses, de 9 a 13 años, que integran la Rimbombanda. Las letras reivindican los derechos de los chicos o la amistad mediante una multiplicidad de ritmos como el candombe, el reggae, la cueca o el huayno. Los chicos debutarán el martes 20 en el C. C. San Martín (Sarmiento 1551), a la gorra. En Palermo (Bulnes 1350), el grupo 5 Encantando presenta su disco Encantados de cantarles. Entre las novedades, la musicoterapeuta Magdalena Fleitas ofrecerá un puñado de canciones que irradian alegría y contagian un clima de fiesta y diversión de su primer disco, Risas de la tierra, editado con la ayuda del Fondo Nacional de las Artes.