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Todo lo que sucede en las grabaciones de “Sol negro” está supervisado por Sebastián Ortega, productor general del ciclo y de Ideas del Sur. Atento a todo lo que acontece en el set de grabación, Ortega le comenta a Página/12 que el programa aún no tiene fecha y horario definido. “Se estrenará a mediados de septiembre, a las 23, en algún día de lunes a jueves. Pero todavía no hay nada seguro. La idea es que lo vea toda la familia porque lo que hicimos hasta ahora está muy bueno.”
–Otra nueva producción de Ideas del Sur que toca un tema marginal, en este caso el de la locura. ¿Por qué apuntan a este tipo de temáticas?
–Nos parece una excelente oportunidad para poder volar desde los libros y aprovechar al máximo la potencialidad creativa de los actores, que son todos muy didácticos y han hecho mucho teatro. Es gente que está acostumbrada a jugar mucho con su cuerpo. Estamos buscando en los unitarios desafíos y ámbitos que nos permitan experimentar siempre un poquito más. Y a este proyecto llegamos todos muy nutridos, sobre todo después de la experiencia de “Tumberos”.
–¿No es un riesgo tocar estas temáticas a través de la ficción?
–La realidad tiene muchísimos sinsabores. El mal gusto está permanentemente presente en la sociedad. Nosotros tratamos de tener cuidado. Pero no nos importa demasiado si nos pasamos de la raya, porque quiere decir que estamos corriendo riesgos. La televisión argentina debe evolucionar y no hay forma de hacerlo si no se asumen riesgos. Ideas del Sur está dispuesta a asumir riesgos.
–¿Piensa que esta tendencia de la marginalidad responde a un recambio generacional dentro del mundo de la TV?
–No sé si es un cambio generacional porque acá hay personas de otras generaciones, de casi 50 años, con los que compartimos muchas ideas y proyectos. Así como hay gente de mi edad con las que no comparto nada porque siento que están enceguecidas en cosas muy pelotudas. Me parece que la comunicación es muy importante. En la comunicación no existen las barreras de las generaciones. Lo que hay es gente que está en una misma sintonía o no.
–Cuando les surgió la idea de hacer un programa que transcurriera en un neuropsiquiátrico, ¿pensaron poder armar un elenco como éste?
–Uno, como productor, cuando se sienta a generar ideas y a delinear las historias, juega mucho con la imaginación. “Sol negro” fue el caso en el que cuando imaginamos personajes se nos aparecieron actores en la cabeza. Conformar este equipo actoral es un sueño. Y a su vez una demostración de que estamos haciendo las cosas bien, porque los actores se prestaron a venir casi por amor al arte, no por dinero. Muchos aceptaron sin haber leído un libro.
–¿La libertad de las productores independientes depende del canal en el que se emiten sus programas?
–No siempre. Un caso emblemático es el de Telefé, que antes era considerado el canal “para la familia” y ahora está buscando cosas nuevas. Tomó riesgos con “Disputas” y “Ser urbano”. Hoy sentimos libertad. No estamos dispuestos a trabajar con limitaciones. En ningún momento nos pidieron bajar o subir la intensidad en ningún tipo de temática dentro de los proyectos.
–Pero es paradójico que las ficciones de temáticas infrecuentes para la TV siempre surjan de productoras independientes y no de los canales...
–Creo que los canales arrastran herencias que las productoras no tienen que asumir porque son bastante nuevas. En Ideas del Sur hay mucha gente joven con creatividad y otra forma de ver las cosas que tal vez los canales no pueden aprovechar por cuestiones de antigüedad de los empleados. Los canales tienen limitaciones para producir, pero no sólo económicas. Creo que hoy está más que claro que los canales necesitan a las productoras independientes para enriquecer su programación.