ESPECTáCULOS › OPINION
Las novelistas al frente
Por Luisa Valenzuela *
Muy buen año para las escritoras de ficción. Han aparecido algunas reediciones esenciales: Narrativa breve completa, de Sara Gallardo, y Cuentos completos de Luisa Mercedes Levinson, ambos con prólogo de Leopoldo Brizuela. En el otro extremo del espectro se afirmaron las novelistas jóvenes, Florencia Abbate (El grito) y María Fasce (La verdad según Virginia) entre otras.
Puesta a elegir, tres novelas publicadas últimamente ya forman parte de mi canon: Pretexto Mozart, de Liliana Heer; Pegamento, de Gloria Pampillo, y Kavanagh, de Esther Cross. En la primera, Heer despliega su lenguaje bisturí para develar la densidad de un pueblo de provincia cuya vida secreta cobra esplendores de tragedia griega y donde los personajes van dibujando un mapa de pasiones en carne viva. Pegamento es ultraurbana. Los adultos que asisten a un curso de inglés se encuentran atravesando fronteras que no son idiomáticas sino idiosincrásicas, y los dramas de chicos de la calle irrumpen en su bien empaquetado mundo, desatándolo.
Y en Kavanagh, el mítico edifico se hace aún más mítico, para transformarse en un mundo donde los personajes hacen de las suyas porque todo ambiente cerrado es, en definitiva, la mente de quien escribe, poblada por sus fantasmas. La lista no es excluyente y quizá falte alguna obra valiosa. Faltan también, es de lamentar, las nuevas novelas de esas dos grandes escritoras que son Elvira Orphée y María Granata, aún en busca de una editorial a su altura.
* Escritora.