El intendente de La Plata, Pablo Bruera, denunció ayer “responsabilidades penales” de la empresa Coviares, concesionaria de la autopista Buenos Aires-La Plata, porque la falta de finalización de obras y la modificación del curso de dos arroyos ocasionaron inundaciones en barrios de las localidades de Gonnet, Villa Elisa, City Bell, Melchor Romero y Ringuelet, principalmente a partir de las lluvias del jueves último. “Si la concesionaria no se compromete a realizar las obras que hacen falta, vamos a pedirle al gobierno nacional que le quite la concesión y que el Estado se haga cargo de ellas, porque no podemos esperar otro año sin esas obras”, afirmó el jefe comunal a Página/12. Además, Bruera no descartó llevar adelante acciones ante la Justicia por la falta de desagües, puentes peatonales, rejillas y por los daños provocados por la inundación. En la zona afectada, la firma, en manos del Grupo Roggio, “modificó la geografía de la región, y el curso natural de los arroyos Carnaval y Martín y los unió en uno solo para ahorrarse construir un puente más”, denunció Bruera. Y señaló que la traza de la autovía, que une la ciudad de La Plata con la Capital Federal, provoca que “cuando llueve muchísimo, como pasó el jueves pasado, la autopista haga de dique, impidiendo que el agua desemboque en el Río de la Plata y hace que vuelva a la ciudad”.

En la carta documento que le envió ayer a la empresa, la municipalidad reclama la construcción de puentes y desagües. En Coviares volvieron a insistir ayer con que los “desagües construidos fueron aprobados y son perfectos”. Así, la empresa relativizó los reclamos del jefe comunal y de los miles de vecinos afectados. Además, en Coviares acusaron al intendente Bruera de “mentir” y lo relacionaron con las manifestaciones del martes en la sede de Puerto Madero y del corte de la colectora de la autovía en la capital bonaerense. Es que el martes el director de Planificación del municipio, Arturo Pacheco, había encabezado la protesta en la avenida Alicia Moreau de Justo 170.

“La bajada de Villa Elisa no está habilitada, por lo que se debe ir hasta La Plata y volver varios kilómetros para llegar” a esa localidad, puntualizó Bruera al insistir sobre las presuntas irregularidades en la obras. Asimismo, remarcó que donde está esa bajada “hay un candado hace varios años que impide que se puedan evacuar vehículos”.

Entre los vecinos, el panorama es desalentador. Jimena, de la localidad de Villa Elisa, contó a este diario que el agua ya se retiró de algunas zonas, pero que “aún hay mucha gente que está con sus casas inundadas y no tiene respuestas del municipio ni del gobierno de la provincia”. Pablo, también vecino de esa localidad, que el jueves vio cómo el agua entraba en su casa, afirmó: “Tenemos pánico de que se repita la inundación”. Matías, de la localidad de City Bell, señaló que tras la inundación aún queda “mucho barro y mugre por todos lados, porque en algunos lugares se derrumbaron los pozos ciegos”.

De acuerdo con estimaciones oficiales, la pérdidas económicas alcanzaron la suma de “250 millones de pesos”. Es que la tormenta del jueves último ocasionó pérdidas del “80 por ciento” en las cosechas de los quinteros platenses. “La concesionaria se tiene que hacer cargo de un porcentaje de esas pérdidas”, consideró Bruera, quien insistió que busca que la firma “reconozca el problema, porque dice que no lo hay”. En tanto, ayer asistentes sociales de la municipalidad comenzaron a censar a los vecinos danmificados por las precipitaciones. Según Carlos Mariscurrena, director de Defensa Civil bonaerense, “unas 90 mil platenses” sufrieron las consecuencias del temporal.

Informe: Esteban Vera