”Varias personas, en sus respectivos ámbitos organizativos, desafiaron el riesgo tolerado en una actividad donde el más mínimo detalle debía entrar dentro del cálculo y la previsión.” Con este argumento, la Cámara Federal porteña confirmó ayer el procesamientos de ex directivos de Austral y ex miembros de la Fuerza Aérea por la tragedia del avión de esa empresa en la localidad uruguaya de Fray Bentos el 10 de octubre de 1997. Los imputados serán juzgados por “estrago doloso agravado”, un delito que prevé hasta 25 años de cárcel. La caída de ese vuelo provocó la muerte de 72 personas.

La sala I del tribunal de apelaciones también confirmó un fallo de primera instancia que establecía que la causa no prescribió y dispuso embargos de hasta cinco millones de pesos sobre los bienes de los imputados. La decisión de mantener abierta la causa hará que una treintena de acusados llegué a juicio oral.

Tras analizar la desgrabación de 23 minutos de la caja negra de la cabina de pilotos, los camaristas Eduardo Freiler y Eduardo Farah advirtieron que “palmariamente se constata una seguidilla de errores que no encuentran otra explicación que la de una deficiente preparación que se ha constituido como causa del siniestro”. En fallo, se afirma que esta “reiteración de errores, que precisamente no son inocuos para el despliegue de una actividad de la que dependen vidas humanas, es inconcebible”.

El vuelo 2553, que había partido de Posadas hacia el aeroparque porteño y se estrelló en Fray Bentos, murieron 67 pasajeros y 5 tripulantes. Para los camaristas “hubo un deficiente despacho de vuelo en la medida que se efectuó sin hacer conocer a los pilotos información actualizada acerca de las condiciones meteorológicas adversas que deberían enfrentar durante la ruta pautada”. Además, hubo un “engelamiento (por congelamiento) de tubos pilot” que pudo derivar en la “lectura errónea de la velocidad” de la aeronave, señala el fallo.

La Cámara Federal porteña también aludió al “entrenamiento con serias falencias” del piloto y copiloto. “La ausencia de un adecuado adiestramiento ha podido ser personalmente corroborada por los suscriptos a partir de las escuchas de las grabaciones de la caja negra”, explicaron. Entre otras fallas, mencionaron que los pilotos “durante 7 minutos no pudieron identificar el motivo de la alarma” que se había activado. “No supieron comprender problemas” y además “no comunicaron al personal de cabina para que tomara las previsiones del caso”, sostuvieron los magistrados.

“La grabación trasmite la triste y desoladora imagen de que la cabina no era una sola. Claramente se nota que estaba dividida en dos, con total descoordinación entre de sus integrantes”, advirtieron los jueces. El copiloto “con los controles al mando, advertido por el comandante de que su velocímetro estaba trabado y por ende que debía bajar la velocidad, no solo no verifica la lectura de su propio instrumento sino que, en un diálogo que no encuentra interlocutor” pide “al piloto que extienda slats y le dé bomba, con el trágico final conocido por todos”, recordó la Cámara. Otro de los detalles escalofriantes dados en el fallo es la última información recibida por los pasajeros: “Alrededor de 8 minutos antes, se les había informado que estaban volando sobre nubosidad que iba a generar una muy ligera turbulencia, sin inconvenientes para la operación”.

El año pasado, tras cumplirse 10 años de la tragedia, los familiares de las víctimas denunciaron que varios de la acusados permanecían en funciones dentro de la propia Austral, otras empresas de capitales españoles o seguían vinculados con la Fuerza Aérea.

Sin embargo, la preocupación principal de los familiares era, hasta ayer, el posible cierre de la causa. “Por el delito de estrago doloso, una causa prescribe a los doce años, con lo cual nos quedan dos años y ya se pasó uno en la Cámara que tiene las actuaciones y aún no resolvió nada”, había dicho el abogado querellante, Norberto Caputo, quien también es familiar de una de las víctimas.