Los cartoneros, esos trabajadores por cuenta propia que surgieron de la exclusión más implacable, participarán por primera vez en un acto por el 1º de Mayo. Lo harán junto a una organización de trabajadores costureros, uno de los sectores más precarizados del mercado laboral, al punto de que en muchos talleres trabajan en condiciones de semiesclavitud. Las consignas que levantan parecen un eco de aquellas esgrimidas en 1886 por los obreros de Chicago, en uno de los momentos más salvajes del capitalismo y que dieron origen a esta conmemoración: trabajo formal, dentro de la ley, y jornadas de ocho horas.

El acto se llevará a cabo mañana, a partir de las 15, en el teatro Verdi, un tradicional espacio del barrio de la Boca, ubicado en Almirante Brown 736. Convocan la Unión de Trabajadores Costureros, la Cooperativa La Alameda, el Movimiento de Trabajadores Excluidos y las cooperativas El Alamo y El Amanecer. Las tres últimas organizaciones nuclean a trabajadores cartoneros.

La recuperación de materiales reciclables en la vía pública comenzó a fines de los ‘90, cuando muchos trabajadores que perdieron su trabajo en las fábricas salieron a la calle en busca de sustento. “Somos los que levantamos la cultura del trabajo en los barrios marginales”, define Juan Grabois, del Movimiento de Trabajadores Excluidos.

A partir de 2001, recibieron el apoyo de muchas asambleas vecinales surgidas al calor de los cacerolazos de 2001. Desde entonces, es la primera vez que se renueva aquella alianza –La Alameda es una organización surgida de la asamblea de Parque Avellaneda– y se plasma en un acto público.

“El acto del 1º de Mayo tendría que ser un recordatorio de las luchas obreras, pero en nuestro caso es una demanda muy similar a la de 1886. Es que hoy en el país la esclavitud y la exclusión van de la mano”, destacó Gustavo Vera, presidente de la Cooperativa La Alameda.

“Los cartoneros y los costureros formamos parte de cadenas de producción que llegan a importantes empresas, papeleras o indumentaria, pero estamos privados de todos los derechos que debe tener un trabajador”, argumentó Grabois.

Las tres organizaciones de cartoneros reclaman la incorporación de los trabajadores al gremio de los papeleros, su inclusión en los centros verdes que deberían construirse en la ciudad y el cumplimiento de la Ley de Basura Cero. Conscientes de que generan un ahorro a la ciudad en materia de enterramiento y transporte privado de basura, además del beneficio ambiental, le piden al Estado porteño que cumpla los compromisos de apoyar con subsidios la reconversión de los camiones de transporte propios en que se trasladan desde la provincia todas las noches.

Los costureros exigen la intervención del Estado en la regulación de la cadena de valores, para que los talleres dejen de percibir 3,25 pesos por una prenda confeccionada que vale 100 al público, y el ejercicio de los derechos sindicales básicos. También reclaman la activación de un polo de costura libre de trabajo esclavo, un proyecto que depende de la Corporación del Sur y que quedó paralizado durante esta gestión.