El superintendente de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Sergio “Piti” Vargas, dejó sorpresivamente su cargo el jueves por la tarde. Se trata del oficial encargado de las investigaciones de mayor importancia, entre ellas los secuestros, las grandes bandas y los crímenes más enigmáticos y más resonantes. Desde el Ministerio de Seguridad provincial, a cargo de Carlos Stornelli, sostuvieron que Vargas se fue por un problema de salud y que gozaba de un muy buen concepto, tanto del ministro como del subsecretario del área, Paul Starc. “Las investigaciones, por ejemplo de los secuestros, fueron impecables. Su gestión fue magnífica”, puntualizaron desde La Plata.

El alejamiento de Vargas produjo numerosas versiones. Que hubo una durísima pelea con el ministro Stornelli, que existieron manejos poco claros en su gestión, que no se esclarecieron casos importantes como el asesinato de Rosana Galeano y no se avanzó en las investigaciones sobre la desaparición de Jorge Julio López o el triple crimen de policías en la planta transmisora de La Plata. Parte de las versiones surgieron por dos razones. La primera, que no hubo un comunicado dando a conocer el alejamiento de Vargas. La segunda, que no se designó reemplazante, lo que llama la atención, porque parece raro que el problema de salud fuera tan repentino que no dio tiempo a elegir a otro superintendente de Investigaciones.

Todas estas suspicacias fueron desmentidas ayer por un vocero del ministerio. “Le teníamos la mayor de las confianzas y el único problema es que la intensa labor y operatividad significaron un desgaste de su salud”, redondeó ante PáginaI12 un altísimo funcionario de Seguridad.