El fiscal Javier Di Santo señaló ayer que por el momento “no se puede sacar ninguna conclusión sobre los supuestos hallazgos de perfiles genéticos, obtenidos por el FBI”, en las muestras obtenidas en la escena del crimen de Nora Dalmasso. “El martes se empezará la traducción y recién después se pueden hacer las comparaciones con los perfiles genéticos de las personas relacionadas con la causa. El informe se les mostró a los abogados, pero ninguno puede deducir nada de allí porque sólo se les permitió leer y no tienen el ADN de las personas vinculadas con la causa”, sostuvo el instructor del caso Dalmasso. Una versión periodística afirmó ayer que el FBI habría identificado tres ADN completos en el análisis de los elementos recogidos en la habitación de la víctima, en el country de Río Cuarto. Uno correspondería a Marcelo Macarrón, marido de la víctima; el otro, a un hermano de Norita, Juan, y el tercero a una persona que no se puede precisar. De ser cierta la versión, en este último estaría la clave.

El diario cordobés La Voz del Interior publicó ayer la información de que el FBI habría encontrado los tres ADN completos del esposo y el hermano de Nora Dalmasso y de una persona cuya identidad no se pudo precisar. El fiscal rechazó la versión, pero existe un dato de importancia: en la fiscalía dejaron entrever que el informe del FBI no les llegó en sobre cerrado. Esto significa que alguien más lo leyó.

Según una versión oficial que recogió PáginaI12, las 40 páginas del peritaje norteamericano salieron de Buenos Aires el viernes pasado. El envío fue realizado, a través de un miembro de la Policía Federal, por la Secretaría de Justicia del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Sin embargo, el informe recién llegó a manos del fiscal Di Santo el miércoles, lo que indica que en algún lugar hizo escala antes de llegar a Río Cuarto. La presunción es que el texto podría haber sido analizado en la ciudad de Córdoba, ya sea por la fiscalía general o por la policía cordobesa. De allí vendría la versión publicada ayer por el matutino mediterráneo.

El FBI utilizó en su estudio las muestras recogidas en la vagina, vulva y ano de Dalmasso, incluyendo un elemento que parecía líquido seminal; pelos encontrados en la cama y en toda la habitación, un tramo del cinturón de la bata de Norita y un pedazo de la sábana sobre la que apareció la víctima.

El hallazgo de elementos con el perfil genético de Marcelo Macarrón tiene su lógica. Era el marido de Nora y él mismo declaró que habían mantenido una relación sexual el lunes 20 de noviembre de 2006, cuatro días antes del asesinato. Además, convivía con ella en esa habitación. El martes 21, Macarrón viajó a Punta del Este y estaba en esa ciudad jugando un campeonato de golf cuando se produjo el crimen. De todas maneras, el fiscal Di Santo ya hace tiempo que ordenó una verificación de los pasos del viudo en el balneario uruguayo para estudiar si tuvo tiempo de volver a Río Cuarto para matar a su mujer. La hipótesis es, a primera vista, descabellada.

También tiene alguna lógica que se haya encontrado un ADN completo de Juan Dalmasso. El hermano de Nora fue de los primeros en llegar a la habitación donde se produjo el asesinato. Estuvo allí incluso antes que la policía, avisado primero por un vecino y después por sus padres. No es descabellado que haya dejado su marca en varios lugares, por lo que no se puede descartar la contaminación de la escena. Pero –como dice el propio fiscal– el informe dirá dónde se encontraron los rastros genéticos. No es lo mismo que hayan estado sobre la cama que en la vagina o vulva de la víctima.

Todo indica que el punto nodal será –si la versión periodística es cierta– el tercer perfil genético. Se dice que corresponde a una persona desconocida. Podría ser el homicida y para ello habrá que comparar lo informado por el FBI con el ADN recogido por orden del fiscal entre los varios protagonistas del caso. Y las posibilidades son tres: que se trate de uno de los sospechosos del caso, como el famoso perejil Gastón Zárate u otro trabajador o vecino de Nora; que no se corresponda con ninguno de los que figura en la causa, por lo que será difícil saber quién fue el asesino, o que ese ADN sea producto de otra contaminación de la escena, es decir, que pertenezca a alguno de los policías, médicos o especialistas que llegaron a la Casa del Golf aquella noche. En ese caso, también será difícil descubrir al asesino.

Hasta ahora, por el crimen de Nora Dalmasso hay dos imputados: el hijo de la víctima, Facundo Macarrón, y el jardinero Gastón Zárate. Si se confirma la versión difundida sobre los análisis, se reforzaría la situación de inocencia que sostiene la defensa de Facundo.