Luego de mantener la toma de la Escuela Normal Mariano Acosta durante tres días, en rechazo al recorte de las becas para estudiantes de bajos recursos, los alumnos de nivel medio de ese establecimiento levantaron la medida para entablar un canal de diálogo con las autoridades del Ministerio de Educación porteño, luego de la intervención en el conflicto de una fiscal contravencional. Tras el levantamiento, los adolescentes fueron citados para concretar una reunión con el ministro Mariano Narodowsky, el lunes a primera hora. “Vamos a centrar la discusión en las becas, no sólo en las 200 que se solicitaron en el Acosta, sino en la necesidad de otros colegios de la ciudad que están pasando por lo mismo”, aseguró a PáginaI12 Matías, uno de los voceros del Centro de Estudiantes. En tanto, el defensor adjunto del Pueblo de la ciudad, Gustavo Lesbegueris, reclamó que se garanticen las becas a los chicos que las necesitan y “se fundamente debidamente cuando las deniegue”.

La toma del Mariano Acosta comenzó el martes, cuando los alumnos del nivel medio decidieron llevar a cabo la medida a modo de protesta por la reducción de la cantidad de becas que el gobierno de la ciudad concedió este año: sólo 48 chicos recibieron el beneficio sobre un total de 200 que la habían solicitado. Desde ese momento, el gobierno ordenó la suspensión de las clases en todos los niveles educativos del Acosta “hasta tanto no se levante la medida”, declararon fuentes de la cartera educativa.

El recorte afectó a casi todas las escuelas secundarias: el gobierno entregó este año 30 mil becas, cuando el año pasado había adjudicado 64 mil. Eso sí, las actuales son por montos de entre 600 y 800 pesos anuales, mientras que las de 2007 eran de entre 150 y 450 pesos por año.

Los estudiantes del Acosta habían solicitado una reunión con las autoridades el lunes, y ante la falta de respuesta resolvieron la toma del colegio, con el apoyo de sus padres. El conflicto llegó a su punto máximo cuando el ministro de Educación, tras reafirmar su posición de “no dialogar hasta tanto no se abandone la toma”, presentó una denuncia ante la Justicia porteña por “usurpación” contra los chicos y los adultos que permanecían dentro de la escuela.

“La judicialización del conflicto es un despropósito”, expresó Gustavo Lesbegueris, titular del área de Educación de la Defensoría del Pueblo porteña, en diálogo con PáginaI12. El funcionario atribuyó el origen del conflicto a “la decisión abrupta del gobierno de reducir el servicio de becas”.

Tras recibir varias denuncias de estudiantes de toda la ciudad por la demora en la entrega de las becas, Lesbegueris envió en junio un pedido de informe al Ministerio de Educación. “Nunca recibimos una respuesta”, se quejó el defensor. Ahora, ante la disminución en la cantidad de becas, solicitó que lleguen a los alumnos que las necesitan. “El aumento en los montos de las becas no debe hacerse a expensas de excluir del beneficio a los estudiantes que las necesitan para continuar sus estudios. Es inadmisible que la administración recorte y deniegue becas sin siquiera fundamentar los motivos”, subrayó.

El jueves por la mañana la fiscal en lo contravencional Verónica Andrade acudió a la escuela y propuso a los alumnos el levantamiento de la medida para concretar una reunión con miembros del ministerio. Pero los chicos decidieron continuar con la toma hasta ayer a la tarde, cuando se sumaron a la marcha que los alumnos de las escuelas medias Mariano Moreno, Normal Nº 1 y Carlos Pellegrini realizaron para llevar su reclamo por las becas hasta la puerta de la Jefatura de Gobierno. “Suspendemos la medida hasta después de las vacaciones de invierno”, aseguró el vocero.