Martín Ríos, el llamado “tirador serial” de Belgrano, fue declarado inimputable y fue sobreseído por un tribunal de San Isidro en una causa por tenencia ilegal de un arma de guerra. Un examen psicológico y psiquiátrico llegó a la conclusión de que Ríos es esquizofrénico y que por esa razón “no comprende la criminalidad de sus actos ni maneja sus acciones”. El abogado defensor de Ríos, Angel Ramallo, sostuvo ayer que por iguales razones, su representado debe ahora ser sobreseído en una causa mucho más grave: la que se le sigue por el asesinato a tiros del joven Alfredo Marcenac. “Sería un escándalo jurídico nunca antes visto en el país que un tribunal declare a alguien inimputable y otro lo envíe a juicio”, sostuvo Ramallo. La posibilidad del sobreseimiento y la eventual salida en libertad de Ríos ha sido cuestionada por los letrados de la familia de Marcenac. De todos modos, el perito de parte de los Ríos, Mariano Castex, quien defiende la inimputabilidad, advirtió sobre la “peligrosidad para terceros” que encarna el joven y la necesidad de que “permanezca internado por un tiempo prolongado”.

El Tribunal Oral 7 de San Isidro declaró inimputable y sobreseyó a Ríos, luego de recibir dos informes, uno realizado por psiquiatras y el otro por psicólogos del Hospital Neuropsiquiátrico Melchor Romero. En consecuencia, se suspendió el juicio por la tenencia ilegal de una pistola Bersa calibre 380, con la que Ríos atacó, el 2 de marzo de 2006, a varias personas que estaban en un bar ubicado en la esquina de Crámer y Juramento, en el barrio porteño de Belgrano. La causa por el arma tramita en San Isidro porque la pistola le fue secuestrada a Ríos en una vivienda de la localidad bonaerense de Acasusso.

Los informes se hicieron luego de un seguimiento de 15 días para observar y evaluar la conducta de Ríos. Una fuente judicial sostuvo que fue “pésimo” el resultado del test realizado a Ríos sobre la base de dibujos. “Hizo a varias personas con armas en las manos y cuando le pidieron que hiciera a su familia, sólo dibujó a su padre y a su hermana, y dijo que para su madre no le alcanzaba la hoja.”

Antes, los jueces habían recibido un informe similar elaborado por la Asesoría Pericial de San Isidro que señalaba que “de ser comprobados los hechos que se le imputan, han existido elementos psicopatológicos que le han impedido (a Ríos) comprender la ilicitud de sus actos y la dirección de sus acciones”. En el caso por la tenencia ilegal del arma, el fiscal Diego Molina Pico había solicitado días atrás el sobreseimiento de Ríos, a quien consideró “peligroso para sí y para terceros”, lo que confirma que debe permanecer internado en un psiquiátrico.

El artículo 34 del Código Penal dice que no es punible “el que no haya podido, en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades, alteraciones morbosas de las mismas, o por estados de inconciencia, error o ignorancia, de hecho no imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir las acciones”. El inciso primero del mismo artículo precisa que, en esos casos, el tribunal debe ordenar “la reclusión del mismo en un establecimiento adecuado hasta que se comprobase la desaparición de las condiciones que lo hicieren peligroso”. En muchos de los casos, la mejoría nunca llega.

Angel Ramallo, abogado de Ríos, quiere ahora que la jueza María Fontbona de Pombo, a cargo de la causa por el homicidio de Marcenac, ocurrido el 6 de julio de 2006, siga “estos mismos lineamientos”. En esa causa, Ríos está procesado por “homicidio agravado por placer” por haber disparado contra peatones en la esquina de Cabildo y José Hernández. En ese expediente, Ríos fue sometido a dos juntas médicas realizadas por el Cuerpo Médico Forense en las que se concluyó que es esquizofrénico y debe ser declarado inimputable. La defensa pidió el sobreseimiento, pero el fiscal del caso, Mariano Solessio, quiere una pericia psicológica ante la postura de la querella, que siempre firmó los dictámenes en disidencia porque cree que Ríos es un simulador.