El desplazamiento del director del Hospital Argerich, Donato Spaccavento, dio pie al bloque kirchnerista de legisladores porteños para pedir la interpelación del ministro de Salud, Jorge Lemus. Es que el ex director, echado por Mauricio Macri, denunció ayer que la medida fue “una represalia por haber dicho que en los hospitales faltan insumos”, mientras que desde el gobierno porteño rechazaron que su alejamiento haya obedecido a “cuestiones políticas”. En el Ministerio de Salud justifican la aceptación de la renuncia que Spaccavento presentó hace dos meses en la inminente designación de un nuevo director, “una medida que se llevará a cabo en los 32 hospitales de la ciudad”, dijo a PáginaI12 Carlos Di Pietrantonio, director de Capacitación del Personal de Salud. Las nuevas designaciones se harán a través de un polémico mecanismo de selección.

El pedido de interpelación fue realizado por el diputado Diego Kravetz y podría tratarse el jueves. Spaccavento, secretario de Salud durante la gestión de Aníbal Ibarra y ministro del área en la de Telerman, había alertado sobre la suspensión de cirugías programadas en el Argerich, por falta de insumos, en declaraciones a PáginaI12 publicadas el 28 de septiembre. Y el jueves pasado participó en el abrazo al hospital, ocasión en la que desgranó severos cuestionamientos a la política del macrismo en el área de la salud.

“El viernes me convocaron al ministerio para notificarme que habían aceptado mi renuncia. Pero ni siquiera publicaron el decreto de aceptación”, se quejó el ex director.

“Necesitamos que esté el cargo vacante para hacer la nueva designación”, argumentó Di Pietrantonio. La designación del reemplazante, aseguró, se haría esta misma semana, al igual que la del director del Hospital Muñiz, José Del Mármol, a quien también se le aceptó la renuncia. A diferencia de Spaccavento, está en edad para jubilarse. La idea es cubrir dos cargos semanales.

“Les pedimos la renuncia a todos los directores de hospitales, no solamente a él, para llamar a concurso”, explicó el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en declaraciones radiales. Los funcionarios porteños hablan de concurso, pero en realidad el decreto 868/08 firmado por Mauricio Macri para designar a los nuevos directores de hospitales no habla de esa metodología sino de una “selección”, para lo cual designa a una “junta asesora” que será la encargada de hacer una preselección de postulantes.

“Los miembros de la junta analizan los antecedentes de los postulantes y designan a cinco, entre quienes el jefe de Gobierno eligen al director”, explicó Di Pietrantonio.

“Dicen que no quieren elegir a dedo a los directores, pero implementan una metodología poco transparente”, lamentó Spaccavento.

Los directores de los hospitales porteños han sido en todos los casos designados por los jefes de Gobierno. “Desde hace años vecinos reclaman que se llame a concurso para los nombramientos”, dijo a PáginaI12 el titular de la Asociación de Médicos Municipales, Jorge Gilardi. En 2004, la gestión de Aníbal Ibarra llamó a concurso para cubrir los cargos, pero una medida judicial frenó el proceso. El argumento: la convocatoria se hacía en base a la carrera profesional de la ciudad, pero hay médicos que se encuadran en la carrera nacional, cuando los hospitales pertenecían al Estado central.

Spaccavento se presentó a la “selección” para dirigir el hospital. En el Ministerio de Salud no confirmaron la versión de que el médico, con 20 años de trayectoria en el Argerich, no había sido elegido en esa primera selección. Es que la información sobre los denominados “concursos” está siendo manejada de manera hermética por el ministerio.

“Ahora me doy cuenta de que me equivoqué”, se arrepiente el ex director. “Tuve la ingenuidad de creer que se podía hacer algo, pero ahora veo que no aceptaría ser un director de esta gestión”.