Finalmente, la lupa controladora del gobierno porteño cayó sobre los motociclistas. Más que nada, sobre los que circularon ayer a la mañana por la esquina de Córdoba y Juan B. Justo, en el barrio de Palermo, que no sólo fueron vigilados por los agentes de tránsito sino también por el ojo de las cámaras de televisión. Durante la mañana, 24 motociclistas fueron detenidos en la vía pública por no llevar el casco protector puesto. De ellos, 17 pudieron seguir camino luego de haberse colocado la protección. A los siete restantes se les retuvo la moto porque ni siquiera tenían el casco o por no contar con la documentación obligatoria, como cédula verde o seguro. Sea como fuere, a sólo 15 de los 24 infractores les podrán quitar los puntos de su licencia –de acuerdo con el plan que se implementa desde el primer día de 2009–, ya que el resto tiene domicilio fuera de la ciudad de Buenos Aires. Algo parecido ocurre con los infractores en general: sólo el 15 por ciento vive en la ciudad y podrá sufrir el descuento de puntos.

Si bien las cámaras de TV mostraron a más de un motociclista molesto frente a la exigencia de los agentes de tránsito, que no los dejaban seguir avanzando sin casco protector, el subsecretario de Justicia porteño, Daniel Presti, consideró que “la respuesta de la gente fue buena”.

Las condiciones en que los motociclistas circulan por la ciudad fueron el objetivo exclusivo del operativo llevado a cabo en Córdoba y Juan B. Justo. Pero no fue el único lugar donde se labraron actas por esa infracción, ya que los agentes dispuestos en otros 19 puestos de control de tránsito, en el resto del territorio porteño, también estuvieron atentos a esta infracción. No obstante, Presti adelantó que “se está planeando poner más puestos de control específicos” para verificar las motos.

“El balance es positivo. Muy lentamente, la gente va tomando conciencia de la gravedad de las infracciones de tránsito”, consideró el funcionario respecto del sistema de la quita de puntos que comenzó a funcionar en Buenos Aires a partir del primer día de 2009. Según el resultado del balance de la actividad de esos puestos hasta ayer, el giro prohibido fue la infracción más cometida, mientras que la violación de la luz roja una de las menos frecuentes.

Sólo los infractores que viven en la ciudad de Buenos Aires cuentan con altas probabilidades de que los controladores administrativos de faltas porteños les apliquen la quita de puntos, además de la multa. En la primera semana hábil, sobre un total de 2512 actas de infracción, el 85 por ciento fueron cometidas por automovilistas que viven fuera del territorio porteño.