Miércoles, 21 de enero de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › ERAN DELIVERYS DE PIZZA, EN RAMOS MEJIA
Un grupo de cinco jóvenes repartidores de pizza, de Ramos Mejía, mataron a cadenazos, palazos y patadas a un chico de 16 años en la puerta de un cyber. El joven había sido intervenido quirúrgicamente en el policlínico de San Justo, pero falleció como consecuencia de los traumatismos. Tres de los atacantes fueron detenidos. “Encontramos a mi hermano tirado en la calle, todo ensangrentado.” Natalia Herrera habló ante los medios de comunicación con la esperanza de que “la policía encierre a todos los asesinos” de Cristian, su hermano, al que la patota de repartidores de pizza golpeó hasta matarlo.
Según el relato de la joven, su hermano y un amigo –ambos de 16– estaban en el cyber donde siempre se encontraban, ubicado en Alvear y Palacio, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, el domingo a la tarde, cuando apareció “una bandita de repartidores de una pizzería cerca de casa y les empezaron a gritar y a amenazarlos de muerte”. Al parecer, el amigo de la víctima había discutido con un integrante de los supuestos responsables de la golpiza la noche anterior. “El domingo volvieron directamente a matarlos”, remarcó Natalia Herrera. Esa tarde agredieron a los chicos que estaban en el cyber y los empezaron a correr hasta alcanzarlos. “Vos, hoy te morís”, remarcó Natalia la frase que los agresores le repitieron a su hermano mientras lo golpeaban. “Lo agarraron, le empezaron a pegar con palos, con cadenas, con candados grandes, y les daban patadas –señaló la chica, detalles que supo por el relato de los testigos–. Con mi mamá encontramos a mi hermano tirado en el piso, ensangrentado.” Aún con vida, aunque muy golpeado, alcanzó a decirle a su mamá que habían sido unos repartidores de pizza quienes lo habían golpeado.
El chico fue trasladado al Policlínico de San Justo, donde debió ser intervenido quirúrgicamente. Sin embargo, tras permanecer un día internado, falleció el lunes producto de un paro cardiorrespiratorio. La fractura de cráneo que había sufrido le había causado hemorragias cerebrales. Su amigo, en tanto, aún permanece en estado de shock, tanto por los golpes como por la noticia de la muerte de Cristian: “Durmió todo el día. No habló con nadie”, detalló la hermana de la víctima.
Por el caso, ayer fueron detenidos tres jóvenes de 16, 17 y 22 años, que aún deben prestar declaración. Los otros dos integrantes de la bandita de repartidores de pizza permanecen prófugos.
“La mayoría siempre le tenía envidia porque era lindo y tenía ojos azules”, consideró en pleno estado de conmoción la madrina de la víctima mientras junto a otros familiares y amigos despedía los restos de Cristian. Además, agregó que el chico “trataba de evitar peleas, era muy familiero y muy amiguero”.
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